10. Feed the Beast de Kim Petras.
Durante los últimos meses Kim Petras ha vivido su mejor momento profesional gracias a su breve pero fructífera participación en el tema ‘Unholy’ de Sam Smith, que se convertido en un ‘monster hit’ que acumula más de mil millones de reproducciones en Spotify y ha ocupado el #1 en las principales listas de venta de todo el mundo. Tras el tremendo éxito cosechado por ‘Unholy’, la cantante alemana ha visto como su popularidad se disparaba, por lo que ha decidido aprovechar su ‘momento de gloria’ y publicar su álbum debut, Feed the Beast, que puede suponer el trampolín definitivo para convertirse en la ‘pop star’ que lleva años deseando ser. Pese a ser catalogado por su discográfica como su primer álbum, lo cierto es que en 2019 vio la luz Clarity, que ya fue denominado en su momento como su álbum debut, sin embargo a raíz del éxito de ‘Unholy’, su discográfica ha decidido resetear la carrera de la cantante y catalogar a «Clarity» y «Turn Off the Light» como mixtapes para dar mayor protagonismo a su nuevo trabajo. Kim Petras, conocida por ser una de las personas transexuales más jóvenes que inició su transición a mujer, ha estado rodeada de la polémica desde sus inicios en el mundo de la música por su estrecha relación laboral con el productor Dr. Luke (responsable de hits de Katy Perry, Pink, Kesha, Kelly Clarkson o Britney Spears), quien fue acusado por Kesha de abusos sexuales y vio como su reputación y popularidad disminuían, sin embargo en la actualidad ha seguido produciendo éxitos para Doja Cat o Nicki Minaj. En abril llegó el single presentación del álbum, Alone, que fusilaba sin piedad el himno eurodance de Alice Deejay ‘Better Off Alone’ y lo hacía acompañada de otra experta en fusilar temas famosos, Nicki Minaj. ‘Alone’, pese a incorporar la melodía de uno de los temas ‘llenapistas’ más importantes de los 90, ha obtenido un éxito moderado y apenas ha ocupado el top 40 en la lista británica o el top 60 en Estados Unidos. «Feed the Beast» está formado por temas dance-pop y electropop de corte europeo y carácter up-tempo que siguen la estela de «Slut Pop» (el EP de temática sexual lanzado el año pasado) e incorpora influencias House y Disco. Kim Petras ha participado en la composición de todas las canciones presentes bajo la producción de Dr. Luke y otros importantes productores como Cirkut, Ian Kirkpatrick, Rocco Did It Again, The Monsters & The Strangerz o Max Martin. El sexo sigue siendo una temática recurrente en el nuevo álbum de la cantante nacida en Colonia, aunque podemos considerarlo un álbum hedonista en el que además habla de relaciones y desamor. En un intento por mejorar sus datos comerciales, «Feed the Beast» incluye como bonus track ‘Unholy’ además de otros singles que ha lanzado Kim durante los últimos años, como ‘Coconuts’, un atrevido tema Disco/pop que originalmente formaba parte de «Problématique» (el álbum que iba a ser publicado el año pasado pero tras la filtración en internet de su contenido se canceló su lanzamiento) y ‘Brrr’ un tema hyperpop con influencias del pop industrial producido por Rami e Ilya. Debido a su origen alemán, Kim Petras creció escuchando Techno alemán, Italo Disco o French House y la fusión de estos estilos ha influenciado en gran medida el sonido del álbum. Dentro de «Feed the Beast» destacan ‘Castles in the Sky’, un tema Trance de rimo trepidante que recuerda el estilo de sus compatriotas Cascada, ‘Thousand Pieces’, un tema mid-tempo producido por Max Martin o ‘Feed the Beast’, que nuevamente presenta a Kim como una mujer insaciable en el sexo. «Feed the Beast» ha tenido un impacto mínimo en las listas de venta y apenas ha ocupado el top 25 en su nativa Alemania y el top 50 en Estados Unidos. Durante los últimos años Kim Petras ha intentado luchar por hacerse un hueco en el mundo de la música, sin embargo este trabajo no le ayuda precisamente a mostrar su verdadera personalidad ni a definirse como artista ya que está repleto de canciones genéricas e impersonales que podrían pertenecer a cualquier cantante de pop actual como Ava Max o Dua Lipa. Pese a sus evidentes fallos, «Feed the Beast» contiene un puñado de canciones bailables y divertidas que le hacen entrar en este repaso a lo mejor del año, aunque sea en la última posición. Puntuación: 7/10.
9. Endless Summer Vacation de Miley Cyrus.
Durante su trayectoria profesional Miley Cyrus ha mostrado diferentes facetas, looks y estilos con los que ha conquistado al público y se ha caracterizado por ofrecer un imaginario diferente con cada álbum publicado. En el aspecto musical, la hija de Billy Ray Cyrus también ha mostrado su gran versatilidad adoptando numerosos estilos musicales durante su carrera, como el electropop, pop/rock, R&B, Country o Hip-Hop entre otros. Su último álbum de estudio, Plastic Hearts, publicado en 2020, estaba encuadrado dentro del pop/rock y el synth-pop y tomaba influencias del rock de los años 80. El octavo álbum de estudio de Miley Cyrus tiene por título Endless Summer Vacation y en sus propias palabras es una ‘carta de amor a Los Angeles’ y representa el crecimiento mental y físico que ha experimentado en los últimos años tras la ruptura con su marido, Liam Hemsworth. «Endless Summer Vacation» vuelve a marcar una divergencia con respecto a su último álbum y en esta ocasión se sumerge en un pop de corte retro con influencias synth-pop, funk, Disco y pop/rock. Kid Harpoon y Tyler Johnson, los responsables del último trabajo de Harry Styles, han sido los encargados de la mayor parte del álbum y han impregnado ese toque retro que tenía «Harry’s House» pero con menor acierto. También aparecen productores de la talla de Greg Kurstin o Mike Will Made It, con quien trabajó de manera extensa en su polémico álbum «Bangerz». El single presentación del álbum fue Flowers, un tema pop up-tempo de corte retro e influenciado por el sonido Disco/funk en el que Miley hace referencia a su ruptura con Liam Hemsworth y relata que ha encontrado su verdadera felicidad y no necesita a un hombre que le haga regalos, convirtiéndose en un himno de independencia y auto-empoderamiento. ‘Flowers’ supera los mil millones de reproducciones en Spotify y ha alcanzado el #1 en más de 20 países, convirtiéndose en el single con mayor streaming del 2023 y el más exitoso de toda la carrera de Miley. Coincidiendo con la publicación del álbum se lanzó el segundo single, River, que se trata de un tema synth-pop y dance-pop muy ochentero cuyas letras hacen referencia a una pareja que ha recuperado la magia tras haber pasado un mal momento en la relación. Desgraciadamente, ‘River’ ha sido fagocitado por el éxito imparable de ‘Flowers’ y ha obtenido un rendimiento comercial moderado pese a ser un gran tema. Los dos primeros singles lanzados sin embargo no representan en absoluto la esencia del álbum ya que el resto del contenido está formado por temas mid-tempo y baladas que no resultan tan pegadizos ni llamativos. Entre los temas más interesantes del álbum se encuentran el marchoso ‘Violet Chemistry’, en el que habla de la complicidad y química que tenía con su pareja o el tercer single lanzado, ‘Jaded’, que se trata de un tema mid-tempo pop/rock en el que Miley muestra su arrepentimiento por lo que pudo hacer y decir para salvar la relación con su ex-marido y no hizo. Los puntos débiles de «Endless Summer Vacation» son su exceso de temas lentos (en general bastante anodinos) y las colaboraciones, que resultan totalmente prescindibles y no aportan nada a sus respectivas canciones. Muchas expectativas estaban puestas en torno al nuevo álbum de Miley Cyrus debido al tremendo éxito cosechado por el primer single, sin embargo «Endless Summer Vacation» resulta un tanto decepcionante al estar repleto de baladas insípidas y no ofrecer más temas similares a ‘Flowers’, que enganchó al público por su toque elegante y retro. La rebelde cantante sigue sin ofrecernos su gran obra maestra pero nos ha presentado un álbum correcto y más que digno en que Miley nos deleita con su personal voz y su inconfundible estilo. Puntuación: 7/10.
8. Chemistry de Kelly Clarkson.
Aparte de sus asombrosas habilidades vocales, su simpatía, humildad y cercanía con el público han sido los factores clave para el éxito de Kelly Clarkson en el ‘show business’. Estas magníficas cualidades no sólo le ayudaron a ganar la primera edición de American Idol sino que también le han permitido ampliar su espectro profesional. Desde hace 4 años, Kelly presenta su propio programa en la televisión americana, «The Kelly Clarkson Show», que cuenta con una saludable audiencia y ha logrado varios premios televisivos. Sin embargo no todo han sido alegrías en la vida de Kelly ya que el año pasado se divorció de su marido y padre de sus dos hijos, Brandon Blackstock (hijo de su antiguo manager e hijastro de la cantante Reba McEntire), quien además era su manager desde hace una década. El fin de su matrimonio ha sido la principal fuente de inspiración para las letras de su nuevo álbum, aunque éste cubre «el arco entero de la relación», desde sus comienzos hasta el final. 6 años después de «Meaning of Life», la cantante texana ha regresado con su décimo álbum de estudio, titulado Chemistry, el cual está formado por 14 canciones, principalmente baladas y temas mid-tempo de estilo pop con ciertos elementos pop/rock, folk y Soul, compuestas por la propia Kelly bajo la producción de Jesse Shatkin y Jason Halbert. La cantante de 41 años empezó a trabajar en este álbum en 2019 y fue descrito por ella misma como si «Breakaway» y «Stronger» tuvieran un hijo, sin embargo tras su divorcio el proyecto cambió de rumbo y acabó relatando las emociones que experimentó desde el principio hasta al final de su matrimonio. En abril se lanzaron dos singles como presentación del álbum: ‘Mine’ y ‘Me’, que se tratan de dos baladas que hacen referencia a su matrimonio de casi 7 años con Brandon Blackstock. Mine habla de las secuelas emocionales de una relación que terminó y su camino hacia la recuperación tras haber perdido la esperanza en el amor, mientras que Me, con influencias Gospel y Soul, relata su viaje hacia el auto-descubrimiento y la auto-aceptación después de vivir una relación tóxica en la que tenía que reprimir parte de sus sentimientos para complacer a su pareja. Tras la mediocre acogida de ambos temas, llegó Favorite Kind of High, que en este caso se trata de un tema up-tempo de estilo dance-pop que describe un amor apasionado en el que sientes que estás ‘drogado’ cuando estás con la otra persona debido a la gran atracción y conexión existente entre ambos. ‘Favorite Kind of High’ es una de las pocas canciones alegres que forman parte de «Chemistry» y resulta una apuesta más acertada como single debido a su ritmo bailable y sus pegadizas letras. Como sencillo promocional se lanzó ‘I Hate Love’, que resume el actual estado de ánimo de Kelly (un claro sentimiento negativo hacia el amor) y cuenta con una original melodía de banjo, tocado por el mismísimo actor Steve Martin. «Chemistry» es el trabajo más maduro de Kelly hasta la fecha y destaca por su temática de desamor y sus letras sobre la decepción y desesperanza que se sienten tras el fin de una relación, en contraposición con el mensaje inspirador y positivo que tenían sus anteriores trabajos. «Chemistry» resulta un trabajo muy personal y autobiográfico, por lo que es justo alabar la honestidad y sinceridad de Kelly al plasmar su fallida relación en las canciones que lo forman, sin embargo en ciertos momentos resulta aburrido, repetitivo y no acaba de enganchar por el exceso de baladas y su poco acertada secuencia de canciones. Puntuación: 7/10.
7. Trustfall de Pink.
A lo largo de su extensa trayectoria musical, Pink no sólo ha demostrado su gran versatilidad sino que ha sabido evolucionar como artista y adoptar diferentes estilos. Tras unos inicios encuadrados en el R&B, enseguida se decantó por un pop/rock comercial que le ha acompañado durante la mayor parte de su carrera, para terminar adoptando un sonido dance-pop y electropop en sus últimos álbumes. Esta nueva etapa de su vida la afronta con la madurez y serenidad que le da ser una mujer en la cuarentena con dos hijos y el haber pasado por duros momentos personales, como la muerte de su padre en 2021 y la enfermedad de su hijo, los cuales han marcado la vida de Pink y han sido fuente de inspiración para la composición de su nuevo trabajo. Su noveno álbum de estudio, Trustfall, llega 4 años después de «Hurts 2B Human», cuyos singles pasaron bastante inadvertidos entre el público y cosechó unas ventas más bajas de lo habitual. «Trustfall» está formado por un compendio de temas up-tempo de estilo synth-pop y dance-pop y baladas con elementos folk, pop/rock y Country bajo la producción de Greg Kurstin, Max Martin, Shellback, Billy Mann o Jason Evigan entre otros. Pink sólo ha compuesto 6 de los temas presentes pero se ha rodeado de compositores de la talla de Wrabel, Jesse Shatkin, Mathew Koma o Chris Stapleton. En noviembre del año pasado llegó el single presentación del álbum, Never Gonna Not Dance Again, que se trata de un animado tema dance-pop con influencia Disco/funk en el que Pink habla sobre todas las cosas que le alegran en la vida y supone un himno de celebración y optimismo. Este tema reúne nuevamente a Pink con Max Martin, quien ha creado algunos de sus mayores hits. ‘Never Gonna Not Dance Again’ destaca por su naturaleza desenfadada y su ritmo bailable, pero ha recibido algunas críticas negativas por sus letras genéricas, su parecido a ‘Can’t Stop The Feeling’ de Justin Timberlake y por recurrir a Max Martin en un intento por devolverle la popularidad perdida. En enero llegó el segundo single, Trustfall, que se trata de un enérgico tema synth-pop y dance-pop cuyas letras hacen referencia a cómo superar el miedo a la incertidumbre y confiar en que todo saldrá bien. ‘Trustfall’ mejoró el rendimiento comercial de su predecesor y ha ocupado el top 20 en las listas de Reino Unido y Australia. Dentro del álbum destacan ‘Runaway’, un magnífico tema synth-pop y dance-pop inspirado en el estilo ochentero de ‘Blinding Lights’ de The Weeknd y en el que habla de escapar de la negatividad del pasado y viajar a un lugar lejano donde poder ser libre, ‘Hate Me’, en el que rescata el sonido pop/rock y su lado más rebelde o ‘Turbulence’, una balada mid-tempo que describe las adversidades y los baches con los que se ha encontrado en los últimos años. En mi opinión, los temas lentos suelen ser el punto más flojo de los álbumes de Pink y en esta ocasión no ha sido diferente. Pink declaró que «Trustfall» es el mejor álbum de su carrera y del que se siente más orgullosa, sin embargo considero que es una afirmación un tanto temeraria teniendo en cuenta que palidece en comparación con joyas de su catálogo como «I’m Not Dead» o «Funhouse». Al igual que en sus dos últimos álbumes, Pink sigue tropezando en la misma piedra, que es su afición por la abundancia excesiva de baladas, muchas de ellas aburridas y que no acaban de enganchar. Si en la secuencia del álbum aparecieran un par de temas más de carácter up-tempo y unas cuantas baladas menos, sería un álbum mucho más sólido y disfrutable. Definitivamente «Trustfall» no es el mejor álbum de su trayectoria pero sí uno de los más honestos y vulnerables ya que Pink relata los dolorosos momentos que le han marcado durante los últimos años pero que ha podido superar gracias al apoyo de su familia. Puntuación: 7/10.
6. Queen of Me de Shania Twain.
Shania Twain estuvo alejada del mundo de la música durante más de una década y pasó por una etapa personal muy complicada en la que se divorció de su marido (y productor musical) Robert ‘Mutt’ Lange tras la infidelidad de éste con su mejor amiga, perdió la voz debido a la depresión, sufrió la enfermedad de Lyme y pensó que nunca volvería a los escenarios o grabar nuevas canciones. La Reina del Country volvió a los escenarios con su residencia en Las Vegas «Shania: Still The One» y puso fin a su silencio musical en 2017, cuando vio la luz Now, que en su momento fue denominado como su último álbum de estudio. Shania Twain demostró ser un ejemplo de superación, se recuperó de los malos momentos sufridos en el pasado y volvió al mundo de la música para alegría de sus millones de fans. Desde entonces la legendaria cantante no ha dejado de trabajar: salió nuevamente de gira y se embarcó en su segunda residencia de conciertos en Las Vegas con el show «Let’s Go!». En julio del año pasado vio la luz un documental titulado «Not Just a Girl», en el que Shania repasaba todos los detalles de su apasionante vida, incluyendo sus inicios musicales, su exitosa carrera, su traumática separación y cómo volvió a recuperar la voz y recobró sus ganas de grabar nueva música. Tras fichar con una nueva discográfica, Republic Nashville, la cantante canadiense lanzó el single presentación de su nuevo álbum, Waking Up Dreaming, que se trata de un marchoso tema pop/rock con influencias del sonido synth-pop de los años 80 en el que Shania habla de despertar de un sueño en el que se convertía en una ‘rock star’ y podía hacer todas las cosas locas que no suele hacer en su vida normal. ‘Waking Up Dreaming’ no estaba a la altura de grandes clásicos como ‘Man! I Feel Like a Woman!’ o ‘I’m Gonna Getcha Good!’ y la voz de Shania no alcanza las notas altas de antaño debido a la disfonía que sufrió años atrás, sin embargo resulta un tema animado y alegre. El segundo single fue Giddy Up!, un tema Country-pop de carácter up-tempo que resulta una apuesta muy acertada como single debido a su naturaleza bailable, su pegadizo ritmo y su mensaje positivo de vivir la vida al máximo. En febrero vio la luz el sexto álbum de estudio de Shania Twain, titulado Queen of Me, el cual está formado por 13 temas encuadrados dentro del Country-pop, pero resulta más ecléctico que sus anteriores trabajos y cuenta con elementos pop/rock, dance-pop, folk y por primera vez se atreve a adentrarse en el electropop. Shania ha compuesto todas las canciones junto a David Stewart, Mark Ralph y Adam Messinger, quienes además se encargan de la producción. Este álbum fue concebido durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, por lo que el objetivo de Shania era crear canciones alegres y bailables en las que celebrar la vida y animar a sus seguidores a disfrutar de cada momento. «Queen of Me» destaca por el hecho de que Shania Twain canta con un tono más grave, no sólo por el evidente paso del tiempo (recordemos que tiene 57 años), sino por la disfonía que sufrió y le impide llegar a registros tan altos como en el pasado. «Queen of Me» alcanzó el #1 en Reino Unido y el top 10 en Australia, Canadá o Estados Unidos, demostrando la gran lealtad de sus seguidores a lo largo de los años. Resultaba francamente complicado igualar el excelente nivel de los icónicos «Up!» y «Come On Over», que son dos de los mejores discos de todos los tiempos, sin embargo «Queen of Me» no es un álbum de baja calidad en absoluto y contiene canciones más que dignas que transmiten un mensaje optimista y alegre. En su conjunto resulta menos consistente que los trabajos anteriormente mencionados, no contiene singles tan potentes y encontramos unas letras genéricas y poco profundas que no hacen honor a sus grandes habilidades como compositora. Aún con sus fallos, este álbum resulta una buena adición al gran catálogo musical de Shania Twain y supone uno de los regresos más importantes de este año. Puntuación: 7’5/10.
5. My 21st Century Blues de RAYE.
En 2014 la cantante inglesa RAYE firmó un contrato con la discográfica Polydor para publicar 4 álbumes de estudio, sin embargo durante aquellos años no vio la luz ningún álbum y únicamente pudo lanzar varios EP’s. Además Raye fue ‘animada’ por su discográfica a componer para otros cantantes y realizar numerosas colaboraciones en temas dance-pop de conocidos DJ’s que gozaron de gran popularidad en las listas de venta pero no reflejaban sus verdaderas aspiraciones musicales. En 2021 Raye abandonó Polydor y se lanzó como artista independiente y fue precisamente entonces cuando le llegó el éxito definitivo, lo que claramente podríamos considerar como un caso de «justicia poética». En junio del año pasado llegó su primer single como artista indie, Hard Out Here, que se trataba de un tema R&B influenciado por el sonido Hip Hop en el que Raye critica el patriarcado que existe en la industria musical y lanza dardos envenenados a su antigua discográfica. El segundo single fue Black Mascara, un tema Dance/House en el que cuenta que ha sido traicionada por una persona en la que confiaba y cómo acaba en la pista de baile con su maquillaje ‘arruinado’ por haber llorado. Ninguno de estos dos singles tuvo buen desempeño comercial, sin embargo todo cambiaría con el tercer single, Escapism, el cual gracias a su gran exposición en TikTok, fue escalando posiciones en las listas de venta hasta alcanzar en enero el #1 en Reino Unido y también ocupó el top 10 en Australia, Canadá o Alemania e incluso el top 25 en Estados Unidos, convirtiéndose en el single más exitoso de Raye en solitario. ‘Escapism’ es un tema mid-tempo R&B con influencia electropop y Hip Hop en el que la cantante inglesa habla de escapar de la realidad y refugiarse en el alcohol y las drogas para sobrellevar una ruptura sentimental. ‘Escapism’ fue lanzado como single de doble cara A junto a The Thril Is Gone, un marchoso tema de Blues y funk con uso prominente de saxofón reminiscencia del estilo de Amy Winehouse. Dentro del álbum destaca ‘Ice Cream Man’, una balada en la que relata los abusos sexuales que sufrió en el pasado, de los que destaca un episodio en el que está envuelto un productor musical con el que trabajó y le puso sus ‘frías manos’ encima. En febrero vio la luz su álbum debut, titulado My 21st Century Blues, que se trata de un trabajo muy ecléctico que incorpora elementos R&B, electropop, dance-pop, House o Blues y está compuesto en su totalidad por Raye bajo la producción de Mike Sabath. En este álbum la cantante londinense trata temas muy personales como su adicción al alcohol y las drogas, el rechazo a su cuerpo que sufrió años atrás, además de describir complicadas relaciones amorosas y sus posteriores rupturas. Tras implorar a sus seguidores que compraran su álbum y reducir el precio de las copias digitales para aumentar las ventas, Raye perdió la batalla frente a «Queen of Me» de Shania Twain y fue #2 en la lista británica con apenas dos mil copias de diferencia, sin embargo puede considerarse un dato muy positivo para una artista independiente. «My 21st Century Blues» es un álbum debut muy interesante en el que queda patente la versatilidad de Raye como artista, sus habilidades como compositora y nos deleita con su particular voz, pero resulta evidente que todavía no ha encontrado un estilo definido. La primera parte del álbum resulta muy potente y en ella encontramos todos los singles lanzados, sin embargo va perdiendo fuelle gradualmente y los últimos temas enganchan menos. «My 21st Century Blues» es el ejemplo perfecto de que si persigues tus sueños y tienes paciencia y perseverancia, finalmente consigues tus objetivos. Puntuación: 7’5/10.
4. Bebe de Bebe Rexha.
Bebe Rexha se anotó un importante tanto gracias a su participación en el tema I’m Good (Blue) de David Guetta, que se convirtió en uno de los singles más exitosos del 2022, alcanzó el #1 en las principales listas de venta y acumula más de mil millones de reproducciones en Spotify. Pese a su innegable éxito comercial, este tema recibió numerosas críticas negativas por fusilar sin piedad uno de los himnos Dance de la década de los 90, ‘Blue (Da Ba Dee)’ del grupo Eiffel 65. Tras este repunte en su popularidad, la cantante neoyorquina anunció el lanzamiento de su tercer álbum, el cual describió como un trabajo con «sonido retro inspirado en los años 70», lo que supone una gran divergencia musical con respecto a sus anteriores trabajos. En el mes de abril llegó su tercer álbum de estudio, Bebe, el cual está formado por 12 temas encuadrados dentro del pop y dance-pop con gran influencia del sonido Disco, aunque también encontramos elementos synth-pop, pop/rock o Country. Bebe Rexha ha compuesto todos los temas del álbum bajo la producción de su colaborador habitual Jussifer, Burns, Joe Janiak o el colectivo inglés TMS. La cantante de ascendencia albanesa por fin ha aprendido la lección y ha incorporado al álbum numerosos temas up-tempo, a diferencia del carácter mid-tempo que tenían las canciones presentes en «Expectations» y «Better Mistakes». Muchos artistas deciden titular un álbum de manera homónima cuando el carácter personal de sus letras lo convierte en un trabajo autobiográfico o refleja un momento clave de su vida, sin embargo «Bebe» no nos ayuda demasiado a conocer en profundidad a la cantante mas allá de los desengaños amorosos por los que ha pasado o las relaciones fallidas que ha dejado atrás, ya que las letras de las canciones resultan un tanto genéricas e impersonales. El single presentación del álbum fue Heart Wants What It Wants, un tema Disco/funk de estilo retro en cuyas letras Bebe declara que no puede garantizar a su amante que le vaya a querer eternamente porque el corazón sigue sus propias reglas. Este tema, compuesto por Bebe junto a Bonnie McKee y Jussifer, envía un mensaje de empoderamiento y amor propio. Como segundo single se lanzó Call on Me, un enérgico tema dance-pop con influencia House producido por Burns en el que Bebe presume de ser la amante que toda persona necesita. El tercer single lanzado fue Satellite, en el que Bebe adopta nuevamente un sonido Disco muy ‘setentero’ y cuenta con la colaboración del rapero Snoop Dogg, quien aporta un divertido verso y su habitual sentido del humor. ‘Satellite’ relata el ‘viaje al espacio exterior’ que emprende Bebe tras fumar marihuana (afición que comparte con Snoop) y resulta uno de los temas más pegadizos del álbum. Dentro del álbum destacan ‘When It Rains’, que adopta un estilo synth-pop y pop/rock ochentero o ‘I’m Not High, I’m In Love’, de sonido Disco y en el que Bebe declara que la causa de su estado de éxtasis no es por estar fumada sino enamorada. Durante su trayectoria profesional Bebe Rexha ha probado suerte con géneros muy diversos sin encontrar el suyo propio, sin embargo con su tercer álbum ha dado en la diana y ha logrado crear su mejor trabajo hasta la fecha. «Bebe» es un álbum disfrutable, sin más pretensiones que las de pasar un buen rato con canciones divertidas y bailables. Los puntos fuertes son la acertada elección de los singles lanzados y la ejecución vocal de Bebe, que compensan unas letras genéricas e impersonales. En el terreno comercial «Bebe» se ha convertido en uno de los mayores flops del año (ni siquiera entró en el top 100 de la lista americana de álbumes) y sus singles se han visto opacados por el éxito masivo y continuado en el tiempo de ‘I’m Good (Blue)’. Puntuación: 7’5/10.
3. HANA de Sophie Ellis-Bextor.
Tras varios álbumes encuadrados dentro del dance-pop y Disco con los que se convirtió en la reina de las pistas de baile, Sophie Ellis-Bextor dio un radical giro a su música con «Wanderlust», en el que abandonaba su estilo discotequero para adentrarse en un pop alternativo con toques folk a la vez que adoptaba una imagen más sobria y madura. Con su siguiente álbum, «Familia», continuaba con el sonido ‘indie pop’ aunque resultaba algo más comercial al introducir ciertos elementos electropop, Disco y dance-pop. Mientras que en «Wanderlust» la cantante inglesa adoptaba un imaginario inspirado en la fría Europa del Este, «Familia» resultaba más cálido y estaba influenciado por la cultura de Latinoamérica. 7 años después, Sophie ha regresado con su séptimo álbum de estudio, que cierra la trilogía iniciada con «Wanderlust». HANA es un álbum conceptual cuya inspiración viene de un viaje que realizó a Japón junto a su familia en febrero de 2020 y que fue pospuesto debido a la pandemia del coronavirus. «Hana» es un álbum eminentemente pop con influencias electropop, synth-pop y pop/rock y se caracteriza por tener un sonido orgánico e instrumental al igual que sus dos últimos trabajos. «Hana» está formado por 12 temas compuestos por la propia Sophie Ellis-Bextor junto a Ed Harcourt y producidos por éste último, quien también fue el responsable de «Wanderlust» y «Familia». Este álbum, cuyo título se podría traducir como flor (o el acto de florecer) en japonés, destaca por su naturaleza optimista, su carácter reflexivo y una temática que hace referencia a empezar de nuevo, vivir aventuras y plantearse nuevos comienzos. En febrero llegó el single presentación del álbum, Breaking the Circle, que se trata de un tema pop up-tempo con gran uso de instrumentos en vivo en el que Sophie habla de las conversaciones nocturnas hasta las tantas de la madrugada en las que te cuestionas todo y «sientes un subidón de adrenalina sobre lo que te deparará el día de mañana». Tras este fantástico aperitivo llegó Everything is Sweet, un pegadizo tema electropop cuyas letras hacen referencia a un mundo de fantasía en el que te imaginas con la persona que te gusta aunque ella ni siquiera se haya fijado en ti y tu mente imagina una utopía en la que estáis juntos. El tercer single fue Lost in the Sunshine, un tema pop mid-tempo en el que Sophie describe los recuerdos de un romántico y soleado día con aroma a jazmín junto a la persona que amas. Durante los últimos años el sonido Disco ha estado de plena actualidad en el panorama musical y tras su colaboración en el discotequero ‘Hypnotized’, muchos pensamos que Sophie regresaría a este estilo en el que se mueve como pez en el agua, sin embargo la cantante inglesa ha decidido seguir apostando por un pop más ‘indie’ y transitar por un sendero menos comercial al igual que en sus anteriores trabajos. «Hana» cierra una trilogía en la que hemos visto a Sophie viajar por diferentes lugares del mundo impregnándose de su cultura y está formado por un conjunto de canciones de carácter alegre y optimista, aunque también encontramos momentos reflexivos y de introspección. Pese a no resultar especialmente innovador, «Hana» es un trabajo sólido, equilibrado y agradable de escuchar gracias a la maravillosa voz de Sophie. «Hana» debutó en el #8 de la lista británica, lo que supone el cuarto álbum top 10 de Sophie Ellis-Bextor en Reino Unido. Puntuación: 7’5/10.
2. That! Feels Good! de Jessie Ware.
Durante el año 2020 se produjo un resurgimiento del sonido Disco gracias cantantes pop como Dua Lipa o Kylie Minogue, quienes triunfaron en las listas de venta con este sonido típico de los años 70 y 80 aunque añadiéndole un toque moderno de electropop y dance-pop. Otra de las artistas que contribuyó a devolver la popularidad a este género (aunque con menor impacto comercial) fue Jessie Ware, quien se convirtió en mi gran descubrimiento del año gracias a What’s Your Pleasure?, uno de los mejores álbumes del 2020 para muchas publicaciones musicales, incluido el blog MiSTeR MuSiC. Tras la re-edición de dicho álbum, en julio del año pasado llegó el single adelanto de su nuevo trabajo, Free Yourself, que se trata de un enérgico tema Disco/House producido por Stuart Price (responsable del éxito de «Confessions on a Dance Floor» de Madonna y artífice de éxitos de Kylie Minogue o Dua Lipa) con uso prominente de teclados y cuerdas que nos transportan a las discotecas de los años 70 y en el que Jessie nos anima a mantenernos firmes ante las adversidades de vida o la fugacidad del tiempo y liberarnos. Tras ‘Free Yourself’, que recibió buenas opiniones de los expertos musicales, llegó Pearls, otra exultante y deliciosa pieza Disco producida nuevamente por Stuart Price en la que Jessie se desmelena en la pista de baile hasta que su collar de perlas salta por los aires. Como tercer single se lanzó Begin Again, un cálido tema con gran influencia de la música latina (en concreto samba y salsa) que está inspirado en un viaje que realizó Jessie a Brasil y en el que habla de escapar de la realidad y marcharse a un lugar en el que olvidarnos de los problemas y empezar de nuevo. ‘Begin Again’ destaca por ser el primer tema que la cantante londinense compuso para este trabajo durante el confinamiento de la pandemia. El quinto álbum de estudio de Jessie Ware, titulado That! Feels Good!, es un trabajo breve pero muy cohesionado, formado principalmente por temas up-tempo de estilo Disco y dance-pop con influencias funk, House, R&B y Soul. Jessie Ware ha compuesto las 10 canciones que forman parte del álbum y cuenta con la producción de James Ford (responsable de su anterior trabajo) además de Stuart Price, quien se encarga de 4 de los temas presentes. «That! Feels Good!» sigue la estela musical de «What’s Your Pleasure?», con el que comparte su naturaleza bailable y se trata de un trabajo de carácter hedonista en el que Jessie nos invita a celebrar la vida, disfrutar de cada momento y experimentar el placer en todos los sentidos. «That! Feels Good!» es un trabajo exultante y luminoso, de producción elegante y en el que podemos deleitarnos con la magnífica y sugerente voz de Jessie Ware. Sin duda uno de los mejores álbumes publicados durante el 2023 hasta el momento, de ahí que obtenga la medalla de plata. Puntuación: 8’5/10.
1. Diamonds & Dancefloors de Ava Max.
El álbum debut de Ava Max supuso un soplo de aire fresco en el panorama musical gracias a una sucesión de canciones pop sumamente pegadizas e inmediatas entre las que se encontraban ‘Sweet but Psycho’, ‘So Am I’, ‘Torn’ o ‘Kings & Queens’, las cuales sonaron con fuerza en las radios de todo el mundo. Tras dos años de promoción en los que llegó a lanzar hasta 7 singles, en 2020 vio la luz Heaven & Hell, el álbum debut de Ava Max, el cual recibió críticas positivas de los expertos musicales por su sólido conjunto de canciones pop con estribillos tremendamente eficaces, aunque se mostraron más críticos ante las letras de las canciones y la labor de Ava como compositora. En abril del año pasado llegó el single anticipo de su nuevo proyecto, Maybe You’re The Problem, que se trata de un marchoso tema synth-pop y dance-pop influenciado por la música de baile de los años 80 y cuya melodía de sintetizadores recodaba a ‘Blinding Lights’ de The Weeknd o ‘As It Was’ de Harry Styles. En este pegadizo tema, Ava reflexiona sobre el mal comportamiento de su novio y pese haber sido advertida por ex-parejas de él, sigue dándole nuevas oportunidades, hasta que llega a la conclusión de que «el problema puede que lo tenga él». El segundo single fue Million Dollar Baby, un tema dance-pop de aire ‘dosmilero’ que contiene una interpolación de ‘Can’t Fight The Moonlight’ de LeAnn Rimes durante el estribillo y habla del sentimiento de liberación y emancipación de una mujer que se sentía oprimida, convirtiéndose en un himno de amor propio y empoderamiento femenino. ‘Million Dollar Baby’ resultaba una apuesta acertada por su naturaleza bailable pero recibió algunas críticas negativas que lo tachaban de genérico y por abusar del gancho «ma ma ma ma» popularizado por Lady Gaga en ‘Bad Romance’ y ya utilizado anteriormente en ‘Sweet but Psycho’. Tras él llegó Weapons, un marchoso tema dance-pop y synth-pop de inspiración ochentera en el que Ava advierte a su amante que deje de «usar sus palabras como armas» para hacerle daño porque es invencible. La cantante de ascendencia albanesa lanzó un nuevo sencillo promocional, Dancing’s Done, que destacaba por bajar sensiblemente de ritmo con respecto a los anteriores singles y se trataba de un potente tema electropop de sonido oscuro cuyas letras hacen referencia al momento de la noche en que acabas de bailar y se abre un mundo de posibilidades con la persona que has conocido en la discoteca. Como anticipo a la publicación del álbum se lanzó un nuevo single, One of Us, que se trata de un tema dance-pop y synth-pop de estribillo épico en el que Ava trata el tema del desamor y describe una ruptura que intenta que sea lo menos dolorosa para ambos. El segundo álbum de estudio de Ava Max, titulado Diamonds & Dancefloors, tenía previsto ver la luz el pasado mes de octubre tras el lanzamiento del segundo single, pero debido a la filtración en internet de parte de su contenido y el mediocre impacto de los singles lanzados, se decidió posponer la publicación hasta enero del 2023. «Diamonds & Dancefloors» está formado por 14 temas de carácter up-tempo encuadrados dentro del pop, dance-pop y electropop con influencias Disco y House. Aunque tiene un estilo similar al de su primer álbum, en este caso se influencia del sonido synth-pop de los años 80 y 90 a diferencia de «Heaven & Hell», que se inspiraba en el pop de la década del 2000. Al igual que en su anterior trabajo, Ava Max ha participado en la composición de todas las canciones y ha contado nuevamente con la producción de Cirkut, aunque en esta ocasión pierde cierto protagonismo en favor de otros productores como Jonas Jeberg, Lostboy, Burns, Jason Evigan o David Stewart. La cantante grabó el álbum durante el 2021, al que se refiere como «el año más duro de su vida» debido a la ruptura con su pareja sentimental, lo que le inspiró a componer canciones que sacaron su lado más sensible y vulnerable. El concepto general del álbum es el de «llorar en la pista de baile», que se puede considerar un género en sí mismo dentro del pop debido a la cantidad de canciones que existen con esta temática. Merece la pena reseñar ‘Diamonds & Dancefloors’, el tema que da título al álbum y se trata de un tema dance-pop con influencia Disco/House que contiene una melodía similar a la de ‘My Head & My Heart’ y cuyas letras hacen referencia a la pasión de Ava por la música y las pistas de baile como método de escape ante las adversidades, ‘Sleepwalker’, en el que advierte a su amante que le convertirá en un sonámbulo rendido ante ella debido a su poder adictivo y destaca por el uso de guitarras sintetizadas en el puente de la canción o ‘Ghost’, en el que utiliza diversas metáforas sobre fantasmas para referirse a un amante al que no puede olvidar. En definitiva, resultaba muy complicado superar la gran calidad de «Heaven & Hell», que es uno de los mejores álbumes pop publicados durante los últimos años, pero lo cierto es que «Diamonds & Dancefloors» es un más que digno sucesor de dicho álbum y resulta muy ameno, divertido y sin apenas relleno. En su conjunto no resulta tan original como su álbum debut y tiende a repetir la misma fórmula utilizada en «Heaven & Hell», sin embargo es de alabar la capacidad de Ava para seguir creando estribillos pegadizos e inmediatos, que quizás no contienen un componente lírico muy profundo y están cargados de clichés, pero resultan tremendamente efectivos. Ava Max ya obtuvo la medalla de oro en el repaso a los mejores álbumes del 2020 y lo vuelve a conseguir con el magnífico «Diamonds & Dancefloors», que según el blog MiSTeR MuSiC es el mejor álbum del 2023 hasta la fecha. Puntuación: 8’5/10.