Mientras que muchos artistas muestran una gran agilidad a la hora de publicar sus trabajos discográficos pero apenas ofrecen una evolución musical real debido al escaso margen temporal entre sus lanzamientos, Justin Timberlake suele tomarse su tiempo entre álbum y álbum, lo que le permite no sólo embarcarse en nuevos proyectos y compatibilizar su carrera de actor, sino madurar en profundidad sus nuevos trabajos. En 2018 llegó su último álbum de estudio, «Man of the Woods», en el que Justin ofrecía su lado más humano y familiar e incorporaba un cierto toque de música tradicional procedente de sus orígenes sureños como el Country o el Blues. Durante este amplio lapso de tiempo, el cantante de Memphis ha desarrollado su faceta de actor y ha colaborado en canciones de otros artistas y a finales del año pasado elevó la nostalgia colectiva cuando se reunió junto a sus compañeros de N’Sync para grabar el tema ‘Better Together’, perteneciente a la última película de la saga ‘Trolls’. 6 años después de «Man of the Woods» ha llegado Everything I Thought It Was, su sexto álbum de estudio, el cual está formado por 18 temas compuestos por el propio Justin Timberlake y producidos por importantes nombres de la industria musical como Cirkut, Louis Bell, Rob Knox, Danja, Ryan Tedder, Calvin Harris o su habitual colaborador Timbaland. El álbum está formado por un compendio de medios tiempos pop/R&B y temas up-tempo Disco/funk de corte retro. A diferencia de sus últimos trabajos, «Everything I Thought It Was» no se trata de un álbum conceptual (como «The 20/20 Experience») ni sigue una temática en particular («Man of the Woods») pero contiene la esencia de todos sus trabajos discográficos anteriores y profundiza en el amor y las relaciones sentimentales, aunque también hay espacio para temas más livianos como pasarlo bien y el sexo (reminiscencia de «FutureSex/LoveSounds»). Este álbum ha llegado en un momento complicado para Justin Timberlake, cuya reputación vuelve a estar en entredicho tras la publicación de las memorias de Britney Spears, en las que afirmaba que el cantante le fue infiel varias veces y le presionó para que abortara cuando se quedó embarazada de él. Tras las sorprendentes afirmaciones de Britney, los fantasmas de misoginia y machismo sobrevolaron de nuevo a Justin, reavivando el papel de villano del pop que le ha perseguido desde su infame actuación en la Super Bowl junto a Janet Jackson.
El single presentación del álbum ha sido Selfish, un tema mid-tempo pop/R&B en el que Justin Timberlake ofrece su lado más vulnerable y expresa la inseguridad que siente a ser reemplazado por otra persona, de ahí que se muestre celoso y egoísta en su relación. Desde sus inicios musicales, Justin ha confiado en Timbaland para producir la mayoría de sus canciones y ha sido el artífice de grandes éxitos como ‘Cry Me a River’, ‘Sexyback’ o ‘Mirrors’, sin embargo en ‘Selfish’ ha decidido trabajar con otros productores, en este caso Louis Bell y Cirkut, quienes han dado un toque fresco a su música pero sin alejarse demasiado a su estilo habitual. ‘Selfish’ ha supuesto un gran single de regreso por parte de Justin, sin embargo ha tenido un rendimiento comercial moderado y apenas ha ocupado el top 20 en Estados Unidos y el top 40 en importantes mercados como Canadá o Reino Unido. Unas semanas antes de la publicación del álbum se lanzó como sencillo promocional Drown, que se trata de un medio tiempo pop/R&B producido nuevamente por Louis Bell y Cirkut en el que Justin describe una relación obsesiva y tóxica en la que es traicionado por su pareja y se siente invadido por un sentimiento de desesperanza y decepción. Sin duda ‘Drown’ es una de las canciones más destacadas del álbum gracias a sus profundas letras, la versatilidad vocal de Justin y su elegante producción. Coincidiendo con la publicación del álbum se ha lanzado el segundo single oficial, No Angels, que se trata de un marchoso tema up-tempo de sonido Disco/funk producido por Calvin Harris que sigue la fórmula de su hit ‘Can’t Stop the Feeling’ y en el que Justin juega el papel de casanova mientras hace uso de su conocido falsetto.
El álbum comienza con una auténtica declaración de intenciones por parte de Justin en ‘Memphis’, uno de los temas más honestos y en el que habla del lado negativo de la popularidad (como cansancio, dolor y soledad) y todo lo que tienes que sacrificar en el camino hacia la fama. Una de las canciones que a priori más curiosidad me causaba es ‘Paradise’, que cuenta con la participación de sus compañeros de N’Sync (principalmente JC Chasez), pero no se trata de un divertido tema de pop bailable como cabría esperar sino una balada con cierto aroma folk cuyas letras hablan del paso de tiempo y hacen referencia al largo viaje emprendido por dos personas hasta reencontrarse y estar por fin juntos. Entre los temas más interesantes encontramos ‘Fuckin’ Up the Disco’, la otra aportación de Calvin Harris al álbum y que se trata de un bailable tema de estilo Disco, ‘My Favorite Drug’, un pegadizo tema up-tempo Disco/funk o ‘Flame’, que destaca por su percusión inspirada en la marcha militar y contiene uno de los estribillos más adictivos del álbum. La excepcional química existente entre Timberlake y Timbaland no ha llegado a materializarse del todo en este trabajo y sus aportaciones no resultan especialmente llamativas u originales (los 7 minutos de ‘Technicolor’ nos remiten a «The 20/20 Experience» pero no llegan a su nivel), aunque merece la pena destacar el up-tempo ‘Infinity Sex’ o ‘What Lovers Do’, que contiene los efectos vocales tan característicos de Timothy Mosley y su melodía dispersa. Una de las baladas más destacadas es ‘Conditions’, el tema que cierra el álbum y está dedicada a su mujer, Jessica Biel, por amarle a pesar de sus defectos.
En resumen, «Everything I Thought It Was» supone un evidente paso adelante con respecto a «Man of the Woods» (en mi opinión el álbum más flojo de la discografía del artista de Tennessee) ya que está formado por un sólido conjunto de canciones que capturan a la perfección la esencia de Justin Timberlake y contienen elementos de sus mejores trabajos. Pese a ser un álbum bastante extenso y contar con varias canciones de larga duración que tanto le gustan a Justin, no encontramos apenas temas de relleno y resulta un trabajo ameno y agradable de escuchar por su acertada secuencia de canciones, que va alternando medios tiempos y temas up-tempo. En definitiva, «Everything I Thought It Was» es uno de los álbumes más interesantes del 2024 hasta la fecha y supone una gran adición a la magnífica discografía del cantante. Temas imprescindibles: Drown, Selfish, No Angels, Flame, My Favorite Drug y Paradise. Puntuación: 8/10.