Kylie Minogue fue una de las artistas que nos hizo más ameno el año 2020 con su magnífico álbum Disco y contribuyó al resurgimiento de este género, que resultó tremendamente popular durante dicho año gracias al éxito de álbumes como «Future Nostalgia» de Dua Lipa y en menor medida (a nivel comercial, que no de calidad) «What’s Your Pleasure» de Jessie Ware. Mientras otros artistas continúan estirando el chicle del sonido Disco, que todavía sigue estando muy presente en este 2023, Kylie Minogue ha decidido dar carpetazo final a este estilo que tan bien le sienta y dar un nuevo giro a su música. Tras su colaboración con el Dj holandés Oliver Heldens en el tema ’10 out of 10′, la diva australiana ha regresado este mes de mayo con nuevo single, adelanto de su siguiente trabajo discográfico. Padam Padam abandona el estilo Disco de temas como ‘Magic’ y se adentra de lleno en el sonido electrónico ya que se trata de un adictivo tema electropop y dance-pop cuyo responsable es Lostboy, un productor poco conocido hasta el momento pero que ha participado en joyas como «Diamonds & Dancefloors» de Ava Max. Este tema se sumerge en una atmósfera oscura, fría y enigmática, mientras Kylie afirma que la persona que acaba de conocer en el club terminará obsesionado con ella y no podrá quitársela de la cabeza, todo aderezado con unos pegadizos ‘Padam Padam’ que representan las palpitaciones que su amante sentirá en el corazón. Con una duración de menos de 3 minutos (tal y como se estila hoy en día para encajar en las playlist de moda), ‘Padam Padam’ engancha desde la primera escucha, resulta uno de los mejores ‘lead singles’ de Kylie y es su apuesta más competitiva en años. ‘Padam Padam’ formará parte de su decimosexto álbum de estudio, Tension, que llegará el próximo mes de septiembre e incluirá 11 temas en su edición estándar, entre ellos su colaboración en ’10 out of 10′. Desde el blog MiSTeR MuSiC estaremos muy pendientes de los siguientes pasos de Kylie Minogue.
Electropop
Crítica de «Endless Summer Vacation» de Miley Cyrus
Dentro del mundo de la música, Madonna es conocida por su capacidad de re-invención y a lo largo de su extensa carrera ha mostrado diferentes facetas, looks y estilos con los que ha conquistado al público y ha influenciado a generaciones enteras de artistas posteriores, como es el caso de la protagonista de este post, Miley Cyrus, quien tampoco se queda atrás en este aspecto y se ha caracterizado por ofrecer un imaginario diferente con cada álbum publicado. En el aspecto musical, la hija de Billy Ray Cyrus ha mostrado su gran versatilidad adoptando numerosos estilos musicales durante su trayectoria, como el electropop, pop/rock, R&B, Country o Hip-Hop entre otros. Su último álbum de estudio, Plastic Hearts, publicado en 2020, estaba encuadrado dentro del pop/rock y el synth-pop y tomaba influencias del rock de los años 80 y artistas como Stevie Nicks, Blondie o Metallica. «Plastic Heart» fue bien recibido por los expertos musicales por su nueva dirección musical y contó con el hit single ‘Midnight Sky’, una joya Disco, dance-pop y synth-pop que suponía un camino muy interesante por el que transitar en sus siguientes trabajos. El octavo álbum de estudio de Miley Cyrus tiene por título Endless Summer Vacation y en sus propias palabras es una ‘carta de amor a Los Angeles’ y representa el crecimiento mental y físico que ha experimentado en los últimos años tras la ruptura con su marido, Liam Hemsworth. «Endless Summer Vacation» vuelve a marcar una divergencia con respecto al pop/rock ‘ochentero’ presente en su último álbum y en esta ocasión se sumerge en un pop y synth-pop con ciertos elementos funk, Disco, pop/rock y Country. Kid Harpoon y Tyler Johnson, los responsables del último álbum de Harry Styles, han sido los encargados de la mayor parte del álbum y han impregnado en varias canciones ese toque retro que tenía «Harry’s House» pero con menor acierto en esta ocasión. También aparecen productores de la talla de Greg Kurstin o Mike Will Made It, quien trabajó de manera extensa en su polémico álbum «Bangerz». Tal y como reveló Miley durante la promoción previa del álbum, este trabajo se divide en el lado AM, que corresponde a la parte de la mañana en la que hay gran energía y un mundo de posibilidades y el lado PM, más elegante y glamouroso, que es la parte del día «para descansar y recuperarse o salir de marcha y experimentar el lado salvaje de la noche». En la realidad dicha división no queda del todo clara debido a una secuencia de canciones muy poco acertada.
El single presentación del álbum ha sido Flowers, un tema pop up-tempo con influencia Disco/funk producido por Kid Harpoon y Tyler Johnson en el que Miley hace referencia a su ruptura con Liam Hemsworth y relata que ha encontrado su verdadera felicidad y no necesita a un hombre que le haga regalos, convirtiéndose en un himno de independencia y auto-empoderamiento. Como dato curioso, ‘Flowers’ fue lanzado el 13 de enero, el día del cumpleaños de Liam y en el videoclip, grabado en una lujosa mansión de Los Angeles, Miley baila, hace ejercicio e incluso lleva puesto un traje que perteneció a su ex-pareja. ‘Flowers’ ha resultado un tremendo éxito comercial: ha alcanzado el #1 en más de 20 países, incluyendo Reino Unido, Australia, Francia, Alemania o Estados Unidos y se ha convertido en el single más exitoso de Miley hasta la fecha. Coincidiendo con la publicación del álbum se ha lanzado el segundo single, River, que se trata de un tema synth-pop y dance-pop de sonido retro con influencia Disco cuyas letras hacen referencia a una pareja que ha recuperado la magia tras haber pasado un mal momento en la relación. Los dos singles lanzados, bailables y de carácter up-tempo, no representan en absoluto la esencia del álbum ya que el resto del contenido está formado por temas mid-tempo y baladas que no resultan tan pegadizos ni llamativos. Entre los temas más interesantes del álbum se encuentran el marchoso ‘Violet Chemistry’, en el que habla de la complicidad y química que tenía con su pareja y resulta un firme candidato a futuro single o ‘Jaded’, la contribución de Greg Kurstin y que se trata de un tema mid-tempo pop/rock en el que Miley muestra su arrepentimiento por lo que pudo hacer y decir para salvar la relación con su ex-marido y no hizo. Las baladas son el punto más flojo del álbum, pero merece la pena reseñar ‘Island’, que representa la nueva realidad de Miley tras su divorcio y un lugar donde evadirse de los problemas o ‘Muddy Feet’, en el que la contribución de Sia se reduce a unos coros al final de la canción.
«Endless Summer Vacation» falla prácticamente en los mismos puntos que lo hacía el reciente álbum de Pink, que son el exceso de temas lentos (en general bastante anodinos e irrelevantes) y las colaboraciones, que resultan totalmente prescindibles y no aportan nada a sus respectivas canciones. Muchas expectativas estaban puestas en torno al nuevo álbum de Miley Cyrus debido al apabullante éxito cosechado por el primer single, sin embargo este trabajo se queda a medio gas al no replicar en más temas ese toque retro y elegante de ‘Flowers’ que ha enganchado al público y a su vez estar repleto de baladas insípidas que han tirado por tierra todo el ‘hype’ previo al álbum. La cantante sigue sin ofrecernos su gran obra maestra pero ha presentado un álbum correcto y más que digno del que se pueden rescatar un puñado de canciones interesantes en las que Miley nos deleita con su personal voz y su inconfundible estilo. La producción de Kid Harpoon y Tyler Johnson es uno de los puntos fuertes, pero sin duda se guardaron sus mejores ideas para el álbum de Harry Styles. Temas imprescindibles: Flowers, River, Violet Chemistry y Jaded. Puntuación: 7/10.
Crítica de «My 21st Century Blues» de Raye
En el año 2014, la cantante Rachel Keen, conocida artísticamente como RAYE, firmó un contrato con la discográfica Polydor para publicar 4 álbumes de estudio, sin embargo durante aquellos no vio la luz ningún álbum y únicamente pudo lanzar varios EP’s. Raye fue ‘animada’ por su discográfica a componer para otros cantantes y realizar numerosas colaboraciones en temas dance-pop de conocidos DJ’s que gozaron de gran popularidad en las listas de venta pero no reflejaban sus verdaderas aspiraciones musicales. En 2021 Raye abandonó Polydor y se lanzó como artista independiente y fue precisamente entonces cuando le llegó el éxito definitivo, lo que claramente podríamos considerar como un caso de «justicia poética». En junio del año pasado llegó el primer single, Hard Out Here, un tema R&B influenciado por el sonido Hip Hop en el que Raye critica el patriarcado que existe en la industria musical y lanza dardos envenenados a su antigua discográfica. El segundo single lanzado fue Black Mascara, un tema Dance/House en el que Raye cuenta que ha sido traicionada por una persona en la que confiaba y cómo acaba en la pista de baile con su maquillaje ‘arruinado’ por haber llorado. Ninguno de estos dos singles tuvo buen desempeño comercial y ocuparon posiciones muy bajas en la lista de venta británica, sin embargo todo cambiaría con el tercer single, Escapism, que fue lanzado en el mes octubre. ‘Escapism’ es un tema mid-tempo R&B con influencia electropop y Hip Hop en el que la cantante inglesa habla de escapar de la realidad y refugiarse en el alcohol y las drogas para sobrellevar una ruptura sentimental. Debido a su gran exposición en TikTok, este single fue escalando posiciones en las listas de venta hasta alcanzar en enero el #1 en Reino Unido y también ocupó el top 10 en Australia, Canadá o Alemania e incluso el top 25 en Estados Unidos, convirtiéndose en el single más exitoso de Raye en solitario. ‘Escapism’ fue lanzado como single de doble cara A junto a The Thril Is Gone, un marchoso tema de Blues y funk con uso prominente de saxofón reminiscencia del estilo de Amy Winehouse.
A principios de febrero vio la luz su álbum debut, titulado My 21st Century Blues, que se trata de un trabajo muy ecléctico en el que aparecen elementos R&B, electropop, dance-pop, House, trip-hop o Blues y está compuesto en su totalidad por Raye bajo la producción de Mike Sabath. En este álbum la cantante londinense trata temas muy personales como su adicción al alcohol y las drogas, el rechazo a su cuerpo que sufrió años atrás, además de complicadas relaciones amorosas y sus posteriores rupturas. Coincidiendo con la publicación del álbum llegó un nuevo single, la balada Ice Cream Man, en la que Raye relata los abusos sexuales que sufrió en el pasado, de los que destaca un episodio en el que está envuelto un productor musical con el que trabajó y le puso sus ‘frías manos’ encima. Podemos observar la variedad presente en el álbum en temas como ‘Oscar Winning Tears’, una majestuosa balada con numerosos instrumentos que relata una relación fallida, ‘Mary Jane’, un balada de estilo Blues en la que habla de su adicción a las drogas y el alcohol o ‘Worth It’, que destaca por su sonido Disco. Durante la promoción previa a la publicación de «My 21st Century Blues», en un táctica comercial un tanto desesperada, Raye imploró a sus seguidores a que compraran su álbum e incluso redujo el precio de las copias digitales del álbum, pero finalmente debutó en el #2 de lista británica por detrás de «Queen of Me» de Shania Twain con apenas dos mil copias de diferencia, pero pese a no alcanzar la posición de honor en Reino Unido es un dato muy positivo para una artista de perfil independiente. «My 21st Century Blues» es un álbum debut más que digno que muestra la gran versatilidad de Raye como artista y su particular voz, pero resulta evidente que todavía no ha encontrado un sonido definido. La primera parte del álbum es muy potente y en ella encontramos todos los singles lanzados, sin embargo gradualmente va perdiendo fuelle y los últimos temas enganchan menos. En definitiva, «My 21st Century Blues» es el ejemplo perfecto de que si persigues tus sueños y tienes paciencia y perseverancia, finalmente conseguirás tus objetivos. Temas imprescindibles: Escapism, Black Mascara, The Thrill Is Gone, Hard Out Here, Oscar Winning Tears y Worth It. Puntuación: 7’5/10.
Crítica de «Trustfall» de Pink
A lo largo de su extensa trayectoria musical, Pink no sólo ha demostrado su gran versatilidad sino que ha sabido evolucionar como artista y adoptar diferentes estilos. Tras unos inicios encuadrados dentro del R&B, enseguida se decantó por el pop/rock comercial que le ha acompañado durante la mayor parte de su carrera, para terminar adoptando un sonido electropop y dance-pop en sus últimos álbumes. Esta nueva etapa de su vida la afronta con la madurez y serenidad que le da ser una mujer en la cuarentena con dos hijos y haber pasado por duros momentos personales los últimos años, como la muerte de su padre en 2021 y la enfermedad de su hijo que fue descubierta tras contagiarse de COVID, que han marcado la vida de Pink y han sido fuente de inspiración en la composición de su nuevo trabajo. Su noveno álbum de estudio, Trustfall, llega 4 años después de «Hurts 2B Human», cuyos singles pasaron bastante inadvertidos entre el público y cosechó una ventas más bajas de lo habitual. En noviembre del año pasado llegó el single presentación del álbum, Never Gonna Not Dance Again, que se trata de un animado tema dance-pop con influencia Disco/funk en el que Pink habla sobre todas las cosas que le alegran en la vida y supone un himno de celebración y optimismo. Este tema reúne nuevamente a Pink con su colaborador habitual Max Martin, quien ha creado algunos de sus mayores hits y trabaja activamente con la cantante desde el álbum «I’m Not Dead». Este tema destaca por su naturaleza desenfadada y su ritmo bailable, pero ha recibido algunas críticas negativas por sus letras genéricas, su parecido a ‘Can’t Stop The Feeling’ de Justin Timberlake y por recurrir a Max Martin, el rey midas del pop, en un intento desesperado por devolverle la popularidad perdida. Pese a tenerlo todo para triunfar, ‘Never Gonna Not Dance Again’ ha fracasado en las listas de venta (apenas ha ocupado el top 50 en Reino Unido y el top 70 en su mercado estrella, Australia) y se ha convertido en el ‘lead single’ menos exitoso de toda su carrera.
El pasado mes de enero llegó el segundo single, Trustfall, que da título al álbum y se trata de un enérgico tema synth-pop y dance-pop producido por Johnny McDaid y Fred Again en el que la veterana cantante habla sobre cómo superar el miedo a la incertidumbre y confiar en que todo saldrá bien. Sin duda ‘Trustfall’ es uno de los singles más potentes de Pink de los últimos tiempos y aunque ha mejorado ligeramente el rendimiento comercial del anterior single, apenas ha ocupado el top 40 en las listas de venta Reino Unido y Australia. El pasado día de San Valentín, apenas unos días antes de la publicación del álbum, la cantante de Pennsylvania desveló el sencillo promocional When I Get There, dedicado a su padre Jim Moore, veterano de la guerra de Vietnam, que falleció de cáncer en 2021. ‘When I Get There’ es una emotiva balada pop a piano en la que Pink recuerda con cariño las bromas que hacía su padre o «cuando hablaba del tiempo con sus amigos» y le promete que algún día se encontrarán y juntos tocarán una canción.
«Trusfall» está formado por un compendio de temas up-tempo de estilo synth-pop, dance-pop y pop/rock y baladas con elementos folk y Country, producidos por Greg Kurstin, Max Martin, Shellback, Billy Mann o Jason Evigan entre otros. Alecia Moore ha compuesto 6 de los temas presentes (una cantidad inferior a lo usual) pero se ha rodeado de compositores de la talla de Wrabel, Jesse Shatkin, Mathew Koma o Chris Stapleton, quien además participa como artista invitado en un tema. Dentro del lado más up-tempo del álbum destaca ‘Runaway’, un tema synth-pop y dance-pop inspirado en el estilo ochentero de ‘Blinding Lights’ de The Weeknd y en el que habla de escapar de la negatividad del pasado y viajar a un lugar lejano donde poder ser libre o ‘Hate Me’, en el que rescata su sonido pop/rock y su rebeldía interior afirmando que su amante le convirtió en una villana y un monstruo y ahora le odia por ello. Sin duda dos de las mejores canciones del álbum y ambas producidas por su habitual colaborador Greg Kurstin. También merece la pena reseñar ‘Turbulence’, en el que Pink hace referencia a las adversidades y los baches con los que se ha encontrado en los últimos años pero que finalmente ha podido superar ya que sólo se trataban de turbulencias pasajeras o ‘Last Call’, un tema pop/rock mid-tempo producido por Billy Mann que habla de hacer las paces con tu pareja y disfrutar del momento antes de que todo pueda acabar. En mi opinión, los temas lentos suelen ser el punto más flojo de los álbumes de Pink ya que enganchan menos que los up-tempo, pero merece la pena rescatar ‘Long Way To Go’, una balada folk junto a The Lumineers cuyas letras hacen referencia al camino que te falta por recorrer con la persona que quieres o ‘Just Say I’m Sorry’, una balada Country/folk que cuenta con la participación de Chris Stapleton (quien ya apareció en un tema de «Hurts 2B Human») y habla de la importancia de dejar a un lado el orgullo cuando estás en una relación.
En las entrevistas promocionales Pink ha declarado que «Trustfall» es el mejor álbum de su carrera y del que se siente más orgullosa, sin embargo considero que es una afirmación demasiado temeraria teniendo en cuenta que su gran catálogo musical cuenta con joyas como «I’m Not Dead» o «Funhouse» que difícilmente va a igualar. Al igual que en los dos álbumes anteriores, Pink sigue tropezando en la misma piedra, que es su afición a la excesiva abundancia de baladas, muchas de ellas insípidas, aburridas y que no acaban de enganchar. Si en la secuencia del álbum aparecieran un par de temas más de carácter up-tempo (que son el punto fuerte) y unas cuantas baladas menos, sería un álbum mucho más sólido y disfrutable. Definitivamente «Trusfall» no es el mejor álbum de su trayectoria pero sí uno de los más honestos y vulnerables ya que Pink relata los momentos dolorosos que le han marcado los últimos años pero que ha podido superar gracias al apoyo de su familia y seres queridos. Temas imprescindibles: Trustfall, Runaway, Hate Me, Turbulence, Last Call y Never Gonna Not Dance Again. Puntuación: 7/10.
Can’t Tame Her, el regreso de Zara Larsson
La música de los años 80 ha sido una fuente de inspiración recurrente para muchos artistas posteriores pero esta influencia vivió su momento de apogeo durante el año 2020 y posteriores, cuando la música de baile ‘ochentera’ y sus famosos sintetizadores invadieron el pop actual y nos alegraron los duros momentos del confinamiento con temas como ‘Blinding Lights’ de The Weeknd, que se convirtió en un hit mayúsculo en todo el mundo y consiguió cifras de streaming insólitas. A raíz de su éxito, la fórmula utilizada en ‘Blinding Lights’ ha sido imitada en infinidad de ocasiones y no han dejado de aparecer temas influenciados por el synth-pop de los años 80 como ‘As It Was’ de Harry Styles o ‘Maybe You’re The Problem’ de Ava Max, que también han resultado muy populares los últimos meses. La última cantante en subirse a esta moda que da sus últimos coletazos ha sido Zara Larsson, quien ha regresado al panorama musical con su nuevo single, Can’t Tame Her, que se trata de un enérgico tema synth-pop y dance-pop con melodía de sintetizadores típica de los 80 compuesto por la propia Zara junto al famoso compositor británico MNEK y producido por Danja. En este tema, la joven cantante sueca afirma que nadie puede domarla o controlarla excepto ella misma, por lo que se convierte en un himno de independencia y auto-empoderamiento. Tal y como reveló Zara en una entrevista, la gente suele etiquetar a las personas famosas (especialmente a las mujeres) y tienen una percepción concreta «de lo que son y deberían ser», pero que no siempre se corresponde con la realidad. ‘Can’t Tame Her’ está teniendo una buena acogida entre el público y acumula ya más de 5 millones de reproducciones en Spotify, además de haber ocupado el top 10 en la lista sueca de singles. Definitivamente ‘Can’t Tame Her’ no es un tema original o distintivo ya que supone la enésima repetición de ‘Blinding Lights’, pero resulta muy adictivo, nos muestra el excepcional rango vocal de Zara y se trata de una de las mejores canciones pop de lo que llevamos de año, por lo que estaremos muy atentos a su próximo álbum de estudio que verá la luz durante este 2023. El último trabajo de la cantante nacida en Solna, Poster Girl, fue publicado en el año 2021 y desde el blog MiSTeR MuSiC realicé una crítica positiva debido a su sólido conjunto de canciones pegadizas y dirigidas a las pistas de baile.
Crítica de «Gloria» de Sam Smith
El mes de enero suele venir cargado de novedades musicales ya que una vez que desaparecen las canciones navideñas de nuestras vidas, los artistas intentan recuperar las primeras posiciones de las listas de ventas que habían sido ocupadas por los villancicos durante el mes de diciembre. Uno de ellos ha sido Sam Smith, que ha publicado su cuarto álbum de estudio el 27 de enero, un día de extrema competencia en el que han visto la luz importantes lanzamientos internacionales, como el de Ava Max. El nuevo álbum de Sam Smith toma el relevo a Love Goes, publicado en 2020 y que acabó convirtiéndose en un ‘cajón de sastre’ que contenía todos los singles que fue lanzando durante los meses anteriores. Para dar con el primer single de este nuevo trabajo tenemos que retroceder hasta abril del año pasado cuando fue lanzado Love Me More, una melancólica balada pop/Soul a piano producida por StarGate y Jimmy Napes en la que Sam Smith habla de la superación del rechazo hacia uno mismo y recuperar el autoestima hasta encontrar la mejor versión de ti mismo. Este tema supone un himno de auto-aceptación y nos devuelve al Sam de sus comienzos, sin embargo ha pasado muy inadvertida en las listas de venta. En septiembre llegó el segundo single, Unholy, que se trata de un tema electropop producido por Jimmy Napes, Ilya y Cirkut que cuenta con la colaboración de Kim Petras y cuyas letras hacen referencia a un hombre casado que acude a un local de alterne y le es infiel a su mujer. Este peculiar tema contiene cantos gregorianos, influencias de la música Árabe y cuenta con la breve (y totalmente prescindible) participación de la cantante alemana Kim Petras, que únicamente se dedica a nombrar marcas de lujo. ‘Unholy’ ha resultado un éxito comercial y ha alcanzado el #1 en importantes mercados musicales como Estados Unidos, Australia, Canadá o Reino Unido. En los dos minutos y medio que dura ‘Unholy’ aparecen acreditadas hasta 8 compositores, pero que no logran salvar esta canción rimbombante y con muchas ínfulas que no aporta nada nuevo al conjunto del álbum. A principios de enero llegó el tercer single, Gimme, que se trata de un tema up-tempo con influencias tropicales que cuenta con la participación de la cantante canadiense Jessie Reyez y la rapera jamaicana Koffee y contiene un temática muy sexual.
El cuarto álbum de estudio del cantante inglés tiene por título Gloria y está formado por un compendio de clásicas baladas pop/Soul y temas up-tempo de estilo synth-pop y dance-pop, compuestos por el propio Sam bajo la producción de sus habituales colaboradores Jimmy Napes y StarGate, además de Ilya, Cirkut, Steve Mac o Calvin Harris entre otros. Este álbum habla del proceso de sanación y recuperación personal vivido por parte de Sam Smith tras haber pasado por un periodo oscuro de su vida y trata temas como el sexo, las relaciones amorosas y el auto-empoderamiento. «Gloria» sigue los pasos de «Love Goes», que se caracterizó por añadir temas up-tempo a su repertorio, sin embargo seguimos encontrando numerosas canciones lentas, que fueron y siguen siendo la seña de identidad de Sam Smith, tal y como podemos comprobar en ‘No God’, una balada R&B/Soul en la que habla de un amante que se cree Dios pero en realidad es un ser imperfecto y con numerosos defectos, ‘Who We Love’, que supone un himno a la diversidad e igualdad y cuenta con la participación del omnipresente Ed Sheeran o ‘Perfect’, en la que admite sus fallos e imperfecciones. Los dos temas up-tempo más destacados son ‘Lose You’, un tema dance-pop producido por Cirkut e Ilya que relata la partida de su pareja tras una dolorosa ruptura y ‘I’m Not Here To Make Friends’, un marchoso tema dance-pop con influencia Disco producido por Calvin Harris y StarGate en el que Sam declara que lo único que necesita es un encuentro sexual y sería una magnífica elección como siguiente single.
Con ‘Unholy’ y ‘Gimme’ como singles anticipo, uno se esperaría un álbum de sonido arriesgado, bailable y divertido, sin embargo una vez que escuchas «Gloria» te das cuenta que dichos temas son la excepción al contenido real del álbum, que no se aleja demasiado del estilo de los primeros álbumes del londinense. En conclusión, «Gloria» se queda a mitad de camino entre el estilo tradicional que el público más conservador espera (y su discografía desea seguir ofreciendo) y el estilo ‘queer’ y ‘camp’ que Sam se esfuerza por mostrar últimamente, por lo que al final el álbum no resulta centrado ni cohesivo. Tampoco aportan nada en el álbum los artistas invitados, ya que todas las colaboraciones resultan prescindibles e innecesarias, sobretodo la anodina Jessie Reyez, que aparece hasta en tres ocasiones. Aún así, «Gloria» un trabajo más que digno, con un par de temas up-tempo muy interesantes y varias baladas preciosas. Temas imprescindibles: Lose You, I’m Not Here To Make Friends, No God, Love Me More y Perfect. Puntuación: 6’5/10.
Crítica de «Diamonds & Dancefloors» de Ava Max
El álbum debut de la cantante americana Ava Max supuso un soplo de aire fresco en el panorama musical gracias a una sucesión de canciones pop sumamente pegadizas y efectivas que fueron recibidas por parte del público de manera desigual. Mientras que ‘Sweet but Psycho’ (que ocupó el #1 en más de 20 países y resultó un auténtico éxito), ‘So Am I’, ‘Torn’ o ‘Kings & Queens’ sonaron con fuerza en las radios de todo el mundo, otros singles como ‘Who’s Laughing Now’ o ‘OMG What’s Happening’ pasaron más desapercibidos entre el público pese a su innegable potencial. Tras dos años de promoción en los que llegó a lanzar hasta 7 singles, en septiembre de 2020 vio la luz Heaven & Hell, el álbum debut de la cantante de ascendencia albanesa, el cual recibió críticas muy positivas de los expertos musicales por su sólido conjunto de canciones pop que contenían estribillos tremendamente eficaces, aunque se mostraron más críticos ante las letras de las canciones y su labor como compositora. «Heaven & Hell» tuvo un gran impacto comercial en Europa, donde fue muy bien acogido por parte del público y logró ocupar el #2 en Reino Unido o el top 10 en España, Alemania o Suecia. En Estados Unidos debutó en un discreto top 30, pero acabó siendo certificado platino por ventas superiores al millón de ejemplares, entre streaming y copias físicas. El álbum debut de Ava Max estaba formado por un sólido conjunto de temas pop, electropop y dance-pop de carácter up-tempo compuestos por la propia cantante bajo la producción de Cirkut (quien fue pareja sentimental de Ava y ha sido responsable de éxitos de Kesha, Katy Perry o Britney Spears) además de RedOne o Shellback, también expertos en temas pop de éxito. «Heaven & Hell» no contenía relleno y se podía escuchar de principio a fin sin saltar ningún tema, por ello desde el blog MiSTeR MuSiC lo consideré el mejor álbum del 2020 en el listado que realicé a finales de año.
En abril del año pasado, la cantante nacida en Milwaukee (Wisconsin) lanzó el single presentación de su nuevo proyecto musical, Maybe You’re The Problem, que se trata de un marchoso tema synth-pop y dance-pop con influencia de la música de baile de los años 80 y cuya melodía de sintetizadores recuerda a ‘Blinding Lights’ de The Weeknd (que tantas veces ha sido imitado estos últimos años) o ‘As It Was’ de Harry Styles. En este pegadizo tema, Ava Max reflexiona sobre el mal comportamiento de su novio y pese haber sido advertida por ex-parejas de él, sigue dándole nuevas oportunidades, hasta que llega a la conclusión de que «el problema puede que lo tenga él». Pese a su gran potencial, ‘Maybe You’re The Problem’ tuvo un rendimiento comercial mediocre y únicamente entró en la parte baja de las listas de ventas, sin embargo supera los 100 millones de reproducciones en Spotify. En el mes de septiembre, Ava lanzó el segundo single, Million Dollar Baby, un tema dance-pop de aire ‘dosmilero’ que contiene una interpolación de ‘Can’t Fight The Moonlight’ de LeAnn Rimes (perteneciente a la banda sonora de la película ‘El Bar Coyote’) durante el estribillo y habla del sentimiento de liberación y emancipación de una mujer que se sentía oprimida, convirtiéndose en un himno de empoderamiento femenino y del auto-estima. Sin duda ‘Million Dollar Baby’ es un single pegadizo y bailable pero ha recibido algunas críticas que lo tachan de genérico y que abusa del gancho «ma ma ma ma» popularizado por Lady Gaga en ‘Bad Romance’ y que ya fue utilizado anteriormente por Ava en su hit ‘Sweet but Psycho’.
En el mes de noviembre llegó un nuevo sencillo promocional, Weapons, que se trata de un marchoso tema dance-pop y synth-pop de inspiración ochentera en el que Ava Max advierte a su amante que deje de «usar sus palabras como armas» para hacerle daño porque es invencible. En diciembre, tras desvelar la verdadera portada del álbum y descartar la anterior (afortunadamente), la cantante americana aprovechó para ofrecer un nuevo sencillo promocional, Dancing’s Done, que destaca por bajar sensiblemente de ritmo con respecto a los anteriores singles y se trata de un potente tema electropop de sonido oscuro cuyas letras hacen referencia al momento de la noche en que acabas de bailar y se abre un mundo de posibilidades con la persona que has conocido en la discoteca. Como anticipo a la publicación del álbum se ha lanzado un nuevo single, One of Us, que se trata de un tema dance-pop y synth-pop de estribillo épico en el que Ava trata el tema del desamor y describe una ruptura que intenta que sea lo menos dolorosa para ambos.
El segundo álbum de estudio de Ava Max, titulado Diamonds & Dancefloors, tenía previsto ver la luz el pasado mes de octubre tras el lanzamiento del segundo single, pero debido a la filtración en internet de varios de los temas y el escaso interés de los sencillos promocionales por parte del público, se decidió posponer la publicación unos meses para descontento de sus fans, que reaccionaron negativamente en las redes sociales ante el retraso. «Diamonds & Dancefloors» está formado por 14 temas de carácter up-tempo encuadrados dentro del pop, dance-pop y electropop, con un estilo muy similar al de su primer álbum, aunque en este caso se influencia del sonido synth-pop de los años 80 y 90 a diferencia de «Heaven & Hell», que se inspiraba en el pop de la década del 2000. Al igual que en su anterior trabajo, Ava Max ha participado en la composición de todas las canciones y ha contado nuevamente con la producción de Cirkut, aunque pierde cierto protagonismo en esta ocasión y se le suman otros nombres como Jonas Jeberg, Lostboy, Burns, Jason Evigan o David Stewart.
La cantante grabó el álbum durante el 2021, al que se refiere como «el año más duro de su vida» debido a la ruptura con su pareja sentimental, lo que le inspiró a componer canciones que sacaron su lado más sensible y vulnerable. El concepto general del álbum es el de «llorar en la pista de baile», que se puede considerar un género en sí mismo dentro del pop debido a la cantidad de canciones que existen con esta temática e incluso el mismo título. Entre los temas más destacados del álbum se encuentran ‘Diamonds & Dancefloors’, que da título a este trabajo y se trata de un tema dance-pop con influencia Disco que contiene una melodía similar a la de ‘My Head & My Heart’ y cuyas letras hacen referencia a la pasión de Ava por la música y las discotecas como método de escape ante las adversidades o ‘Sleepwalker’, en el que advierte a su interés amoroso que le convertirá en un ‘sonámbulo’ rendido ante ella debido a su poder adictivo y destaca por el uso de guitarras sintetizadas en el puente de la canción, que recuerdan a las usadas anteriormente en ‘Kings & Queens’. También merece la pena reseñar ‘Ghost’, en el que utiliza diversas metáforas sobre fantasmas para referirse a un amante al que no puede olvidar, ‘Hold Up (Wait a Minute)’, un tema dance-pop con influencia Disco en el que Ava habla de las sospechas que tiene de que su novio le está engañando o ‘Cold as Ice’, un tema electropop y synth-pop en el que la rubia cantante se presenta como una mujer peligrosa, fría y que sólo busca un pasatiempo con su amante y no una relación seria.
Muchas expectativas estaban puestas en el nuevo álbum de Ava Max, además de la presión extra que supone el segundo álbum para un artista que ha conseguido cierto éxito con su primer trabajo, sin embargo la espera ha merecido la pena ya que nos encontramos ante un álbum muy sólido compuesto por canciones inmediatas y dirigidas a las pistas de baile. Resultaba muy complicado superar la gran calidad de «Heaven & Hell», que es uno de los mejores álbumes pop publicados en los últimos años, pero lo cierto es que «Diamonds & Dancefloors» es un sucesor más que digno de dicho álbum ya que las canciones presentes están a la altura de sus singles más conocidos, pero en su conjunto no resulta tan original y tiende a repetir la misma fórmula utilizada en «Heaven & Hell», aunque es de alabar la capacidad de Ava para seguir creando estribillos pegadizos e inmediatos, que quizás no contienen un componente lírico muy profundo y están cargados de clichés, pero resultan tremendamente efectivos. Sin duda «Diamonds & Dancefloors» es uno de los álbumes pop más destacados del año y personalmente mi favorito entre los publicados hasta el momento. Temas imprescindibles: Dancing’s Done, Million Dollar Baby, Diamonds & Dancefloors, Maybe You’re The Problem, Weapons, Sleepwalker y One of Us. Puntuación: 8’5/10.
Throwback Review: «Can’t Be Tamed» de Miley Cyrus
Tras numerosos años interpretando a Hannah Montana, la cantante y actriz Miley Cyrus empezó a no sentirse cómoda en dicho papel y decidió que quería pasar página de este proyecto y expresar su propia personalidad. Al margen de la exitosa serie, la hija de Billy Ray Cyrus publicó dos álbumes con los que pretendía alejarse de las pelucas y los coloridos atuendos de Hannah Montana, sin embargo todavía era una adolescente con música dirigida al público infantil. En 2010 vio la luz su tercer álbum de estudio, Can’t Be Tamed, el cual marca una divergencia con respecto al estilo de sus anteriores álbumes, encuadrados dentro de un pop/rock muy comercial y se sumerge de lleno en el sonido electropop que estaba de moda durante los primeros años de la década del 2010. El título del álbum hace referencia a un momento vital de transición en el que pretendía deshacerse de la imagen infantil que el público tenía de ella y romper con el estilo musical que había hecho hasta ahora y del cual se sentía desconectada, por lo que adoptó una imagen más sexy y provocativa y un tipo de música radicalmente diferente. En este álbum podíamos empezar a intuir tímidamente la rebeldía que expresaría en sus siguientes trabajos. «Can’t Be Tamed» está formado por 12 temas encuadrados dentro del electropop y el dance-pop y compuestos por la propia Miley junto a Rock Mafia y John Shanks, quienes se encargan de la producción de manera equitativa (los 6 primeros temas están producidos por sus habituales colaboradores y los 6 últimos por John Shanks). La mayor parte de los temas presentes en el álbum son de carácter up-tempo y bailable, aunque podemos encontrar varias baladas con ciertas pinceladas pop/rock y Country reminiscencia de sus anteriores trabajos. «Can’t Be Tamed» debutó en el #3 de la lista americana (a diferencia de sus últimos álbumes que fueron #1) y ocupó el top 10 en los principales mercados internaciones, sin embargo las ventas fueron bajas y fue considerado como un fracaso comercial y una decepción por parte de su discográfica.
El single presentación fue el tema que daba título al álbum, Can’t Be Tamed, que se trata de un tema electropop y dance-pop en el que Miley expresa su deseo de escapar y experimentar la libertad, unas letras que expresan la frustración de la cantante con respecto a la música infantil que había hecho hasta la fecha y su deseo de auto-expresión. ‘Can’t Be Tamed’ recibió opiniones positivas de los expertos musicales por su nueva dirección musical adoptada por la cantante y tuvo un buen desempeño comercial ya que alcanzó el top 10 en la lista americana de single y el top 20 en Reino Unido, Australia, España y Francia. Como segundo single se lanzó Who Owns My Heart, un enérgico tema electropop y dance-pop producido por Rock Mafia cuyas letras hacen referencia a encontrar a una persona especial en la discoteca. Pese a ser uno de los temas más bailables y pegadizos del álbum, ‘Who Owns My Heart’ tuvo un escaso impacto comercial y apenas entró en las principales listas de venta, por lo que fue el último single lanzado y propició la salida de Miley de su sello discográfico.
Dentro de la primera parte del álbum, producida por Rock Mafia, destacan temas como ‘Liberty Walk’, en el anima a las personas que han sido oprimidas a liberarse y resulta un himno de empoderamiento o ‘Two More Lonely People’, que habla de una relación que no pasa por su mejor momento y cuyo futuro depende de la decisión de él. De la segunda parte, cuyo responsable es John Shanks, merece la pena reseñar ‘Scars’, un potente tema dance-pop con influencias pop/rock y uso prominente de guitarra o ‘Permanent December’, un pegadizo tema electropop que guarda muchas similitudes con ‘TiK ToK’ de Kesha e incluso adopta la típica manera de rapear de Kesha durante los versos. Como he comentado, la mayor parte del álbum es up-tempo aunque encontramos un par de baladas: ‘Every Rose Has Its Thorn’ que se trata de una versión del grupo de rock Poison y resulta la única canción no original del álbum o ‘Forgiveness and Love’, influenciada por el sonido Country y en la que Miley muestra su lado más vulnerable y nos deleita con su poderoso rango vocal.
Las canciones encuadradas dentro del electropop destacan por ser marchosas, bailables y perfectas para las pistas de baile, pero en muchos casos resultan genéricas y carentes de personalidad. «Can’t Be Tamed» es un ejemplo perfecto del sonido electropop que triunfaba a finales del 2000 y principios de la década del 2010 y sigue los pasos de álbumes como «Animal» de Kesha, «Femme Fatale» de Britney Spears o «The Fame» de Lady Gaga, que contaban un estilo muy similar y sin duda han sido fuente de inspiración para este álbum. En resumen, «Can’t Be Tamed» está formado por un digno conjunto de canciones pegadizas y resulta un álbum cohesivo ya que sólo hay dos productores implicados, sin embargo los puntos negativos son el componente lírico (contiene letras muy genéricas y llenas de clichés), el excesivo parecido entre las canciones presentes y su similitud con otras canciones electropop famosas. Temas imprescindibles: Who Owns My Heart, Can’t Be Tamed, Liberty Walk, Two More Lonely People, Permanent December, Scars y Forgiveness and Love. Puntuación: 7/10.
Throwback Review: «Prism» de Katy Perry
Katy Perry vivió su mejor momento profesional durante los años 2010 y 2011 y se convirtió en una super estrella del pop gracias al gran éxito que cosechó su tercer álbum, Teenage Dream, el cual superó los 6 millones de copias en todo el mundo y contó con una acertada selección de singles entre los que destacaban ‘Firework’, ‘California Gurls’, ‘Last Friday Night’ o ‘Teenage Dream’. Los 5 primeros singles lanzados alcanzaron la posición de honor en la lista americana, convirtiendo a «Teenage Dream» en el segundo álbum de la historia de la música en contener 5 singles #1 tras «Bad» de Michael Jackson y a Katy en la primera mujer en conseguir este importante logro. Tras el tremendo éxito del álbum, fue re-editado con nuevos temas entre los que se encontraban ‘Part of Me’, que nuevamente alcanzó el #1 en la lista americana, ampliando la impresionante racha comercial de la cantante californiana. En octubre de 2013 vio la luz el cuarto álbum de estudio de Katy Perry, titulado Prism y que está formado por 13 temas encuadrados dentro del dance-pop, pop/rock y electropop con influencias Trap, House o Disco compuestos por la propia Katy Perry bajo la producción de Max Martin y Dr. Luke (quienes fueron los responsables de los hits de «Teenage Dream» y se encargan de la mayoría de temas de este álbum), además de Cirkut, Greg Kurstin, StarGate o Bloodshy, la mitad de Bloodshy & Avant. Con «Prism», la cantante de Santa Bárbara repitió la fórmula del exitoso «Teenage Dream», con el que guarda numerosas similitudes, por lo que recibió varias críticas negativas de los expertos musicales al no ofrecer nada nuevo al público aunque es de alabar la madurez y vulnerabilidad que muestra Katy en varias de las canciones. «Prism» debutó en el #1 de la lista americana de álbumes, convirtiéndose en su segundo ‘chart topper’ en Estados Unidos y acabó superando el millón y medio de copias puras (la mitad de lo que consiguió «Teenage Dream») aunque consiguió un alto nivel de streaming. Alrededor del mundo el álbum también resultó un éxito y alcanzó el #1 en Australia, Reino Unido o Canadá y fue top 5 en los principales mercados musicales, con unas ventas superiores a los 4 millones de copias.
El single presentación del álbum fue Roar, un pegadizo tema power-pop con influencia pop/rock producido por Max Martin y Dr. Luke cuyas letras hacen referencia a defenderse a sí mismo ante las adversidades y resulta un himno de auto-empoderamiento. ‘Roar’ es el típico primer single divertido y alegre que nos ofrece Katy antes de ofrecernos otros temas con letras más profundas y un contenido más serio y ha recibido críticas positivas por su naturaleza desenfadada y sus pegadizas letras aunque también resulta genérico. ‘Roar’ tuvo un gran impacto en Estados Unidos, donde se convirtió en el octavo #1 de Katy en la lista americana y en el resto del mundo también alcanzó el #1 en Reino Unido, Australia o Canadá. Este single destacó por su cómico videoclip, ambientado en la selva y con Katy en el papel de una versión femenina de Tarzan. Como segundo single se lanzó Unconditionally, una balada mid-tempo de estilo pop/rock que habla del amor universal en todas sus vertientes, cuenta nuevamente con la producción de sus habituales colaboradores Max Martin y Dr. Luke y cabe destacar que es el tema favorito de la cantante dentro de su nuevo álbum. ‘Unconditionally’ recibió buenas impresiones de los críticos por la vulnerabilidad y emotividad mostrada por Katy sin embargo su rendimiento comercial fue bastante mediocre en comparación a sus anteriores singles y apenas ocupó el top 15 en Estados Unidos, Australia o Canadá y el top 25 en Reino Unido y Alemania. El tercer single lanzado fue Dark Horse, un tema mid-tempo electropop con influencia Trap y Hip Hop que cuenta con la participación del rapero Juicy J y destaca por sus letras con referencias mágicas en las que una bruja advierte a un hombre que no se enamore de ella. ‘Dark Horse’ resultó un auténtico éxito: alcanzó el #1 en la lista americana y ocupó el top 5 en los principales mercados musicales. Este single obtuvo buenas críticas por su originalidad, su influencia del sonido Trap (que se convertiría en tendencia dentro del pop) y recibió una nominación a los premios Grammy en la categoría de mejor actuación pop de un dúo/grupo. Como cuarto single se lanzó Birthday, un marchoso tema dance-pop con influencia Disco en el que Katy hace referencias sexuales mientras celebra el cumpleaños de su pareja.
Uno de los sencillos promocionales de «Prism» fue ‘Walking On Air’, un enérgico tema House/Disco que supone el momento más up-tempo y bailable del álbum y pese a no haber sido lanzado de manera oficial ocupó el top 40 en la lista americana. Merecen la pena ser reseñados ‘Double Rainbow’, un emotivo tema electropop mid-tempo compuesto junto a Sia y producido por Greg Kurstin que habla de encontrar la persona indicada, ‘Legendary Lovers’, un épico tema dance-pop que destaca por su influencia del sonido Bhangra y el uso prominente de percusión o ‘Love Me’, un tema dance-pop y electropop producido por Bloodshy cuyas letras hacen referencia a amarse a uno mismo de la misma manera que quieres ser amado por los demás. En resumen, «Prism» es un buen álbum lleno de canciones pop con estribillos efectivos y adictivos que siguen la fórmula de «Teenage Dream», sin embargo no resulta tan redondo en su conjunto ya que encontramos más relleno. Pese a sus evidentes fallos, como sus letras de naturaleza genérica y formulaica, es un digno sucesor de su predecesor ya que se aprecia una mayor madurez por parte de Katy Perry y contiene una mayor diversidad musical. Temas imprescindibles: Dark Horse, Unconditionally, Roar, Walking On Air, This Moment, Legendary Lovers y Birthday. Puntuación: 7’5/10.
Crítica de «The Lost Tapes» de Sugababes
Sugababes es uno de los grupos femeninos que cuentan con una historia más compleja e intrincada dentro del pop contemporáneo, ya que desde sus inicios musicales a finales de los años 90 se han sucedido numerosos cambios de componentes (6 chicas diferentes han pasado por sus filas) hasta finalizar su carrera en 2011 con un grupo totalmente diferente al que empezó. Conocidas eran sus broncas y peleas en el backstage de sus conciertos o antes de las entrevistas promocionales y su fama de chicas complicadas y malhumoradas las persiguió durante su andadura profesional, sin embargo y pese a todas estas circunstancias, han sido capaces de ofrecer algunos de los mejores singles y álbumes del pop de las últimas décadas. Cuando eran apenas unas adolescentes, Keisha Buchanan, Mutya Buena y Siobhan Donaghy debutaron en el año 2000 con su álbum debut, One Touch, el cual destacó por la madurez de sus letras, sus perfectas armonías y estaba formado por un conjunto de temas pop/R&B con tintes electrónicos y un acusado toque alternativo que las diferenciaba de las típicas ‘girl bands’ que triunfaban por entonces, como Spice Girls o Atomic Kitten. Tras este álbum, Siobhan abandonó la formación para desarrollar su carrera en solitario, sin embargo más tarde se supo que sufrió depresión clínica debido a las peleas con sus compañeras y la presión de la fama. En su lugar entró Heidi Range (componente original de Atomic Kitten pero que abandonó el grupo antes de lanzar material), la cual se convirtió en una parte esencial de la banda ya que participó en 6 álbumes de estudio, dos de ellos #1 en Reino Unido y permaneció hasta la separación de Sugababes. En 2005 y tras participar en 4 álbumes, Mutya abandonó Sugababes citando motivos personales, aunque en entrevistas posteriores alegó que sufrió depresión post-parto tras el nacimiento de su hija. Tan sólo dos días después del abandono de Mutya ya tenía sustituta, Amelle Berrabah, quien re-grabó varios temas de «Taller In More Ways» para continuar con la frenética promoción y un año más tarde formó parte del álbum de grandes éxitos de Sugababes en el que su presencia era mínima ya que era una recién llegada en el grupo. En 2010, el grupo publicó «Sweet 7», un álbum de electropop y dance-pop genérico que se distanciaba del sonido original de Sugababes. Keisha, la única componente fundadora que permanecía en el grupo, debido a discrepancias por la deriva artística del grupo y sus peleas con Amelle, fue expulsada de Sugababes tras el lanzamiento del primer single, por lo que rápidamente fue buscada una sustituta, Jade Ewen, quien re-grabó las partes de Keisha y continuó con la promoción del álbum.
En 2011 el grupo formado por Heidi, Amelle y Jade se tomó un descanso temporal que acabó en una separación indefinida, pero para sorpresa de todos, un año más tarde la formación original se reunió nuevamente bajo el nombre Mutya Keisha Siobhan ya que no tenían los derechos de la marca Sugababes de manera legal (pertenecían a su antiguo equipo de managers) y comenzaron a grabar un nuevo álbum. En 2013, lanzaron el single anticipo del álbum, Flatline, que se trataba de un tema pop/R&B up-tempo de sonido muy ‘noventero’ producido por Dev Hynes en el que las chicas hablaban del deterioro de una relación. ‘Flatline’ fue aclamado por los expertos musicales, quienes además celebraron el regreso de la banda, sin embargo tuvo un tibio desempeño comercial y apenas ocupó el top 50 en la lista británica de singles. Tras la filtración de varias canciones de este trabajo, el álbum fue desechado y las chicas siguieron grabando nuevas canciones y en 2019 recuperaron el nombre de Sugababes tras una ardua batalla legal.
El día de Navidad, Sugababes lanzaron por sorpresa un álbum inédito en las plataformas musicales como detalle hacia sus fans por todo el apoyo mostrado los últimos años. No se trata de un nuevo álbum, sino el que fue grabado hace 8 años durante las sesiones de grabación posteriores a su reencuentro y que por extrañas razones nunca vio la luz. The Lost Tapes es el octavo álbum de estudio de Sugababes (el segundo que cuenta con la formación original) y está formado por 13 temas de estilo pop con elementos electropop, R&B y pop/rock e influenciado por la música de los años 80 y 90, aunque cuenta con el sello inconfundible de Sugababes. Las componentes del grupo han participado activamente en la composición de todos los temas del álbum (especialmente Siobhan, quizás la componente menos conocida por parte del público pero muy talentosa como compositora y vocalista) con la ayuda de Shaznay Lewis de All Saints, Sia o Emeli Sandé y bajo la producción de importantes nombres de la industria musical británica como Richard Stannard, MNEK, Cameron McVey, Dev Hynes o Naughty Boy entre otros. En el álbum destacan ‘Metal Heart’, un tema synth-pop/R&B que trata el tema del desamor y en el que hablan de un hombre frío que no muestra sus sentimientos, ‘Beat Is Gone’, en el que las chicas hablan de una ruptura amorosa tras vivir una relación tóxica y que les deja como «si la música se hubiera marchado» o ‘I’m Alright’, un tema mid-tempo pop/R&B que se convierte en un himno a la resiliencia. Dentro del álbum dominan los medios tiempos aunque también encontramos marchosos temas up-tempo como ‘Today’, producido por MNEK, con ciertas influencias Garage y que destaca por su marcado bajo y su percusión o ‘Summer of 99’, que combina electropop, dance-pop y pop/rock, está compuesto por Siobhan junto a Shaznay y recuerda a uno de los mayores éxitos del grupo, ‘About You Now’.
En resumen, «The Lost Tapes» me ha sorprendido gratamente ya que en ningún momento suena a álbum de descartes, al contrario, es un trabajo cohesionado y sólido, en el que destacan las perfectas armonías de las componentes y queda patente su talento como compositoras y vocalistas. Además, pese a que este proyecto ha estado guardado en un cajón durante 8 años, las canciones presentes en «The Lost Tapes» suenan atemporales, no resultan anticuadas y recuerdan con nostalgia los mejores momentos del grupo. Como gran seguidor de Sugababes desde sus orígenes, es un placer volver a escuchar nueva música y más viniendo de su formación original, por lo que desde el blog MiSTeR MuSiC estaremos muy atentos de los siguientes pasos de Sugababes, que han prometido nuevo álbum y seguirán de gira durante el 2023. Temas imprescindibles: Metal Heart, Beat Is Gone, Love Me Hard, Flatline, Today, No Regrets y I’m Alright. Puntuación: 7’5/10.