Crítica de «Like a Prayer» de Madonna

madonna-like-a-prayer-vinilo-180-grs-nuevo-y-cerrado-D_NQ_NP_667734-MLA25767044303_072017-FLike a Prayer, uno de los discos más importantes de la historia del pop e imprescindible dentro de la carrera musical de Madonna, está de aniversario. «Like a Prayer» es el cuarto álbum de estudio de la reina del pop, publicado tras el tremendo éxito que cosechó True Blue, el cual alcanzó el #1 en más de 20 países, superó los 25 millones de copias en todo el mundo y se convirtió en el álbum de Madonna más vendido, sólo superado años después por «The Immaculate Collection», su primer disco de grandes éxitos. Aunque «Like a Prayer» es el sucesor natural de «True Blue», lo cierto es que entre ambos discos Madonna publicó «Who’s That Girl», la banda sonora de la película del mismo nombre protagonizada por la cantante y «You Can Dance», un disco de remixes. «Like a Prayer» es uno de los discos más polémicos de la cantante por el uso de temática religiosa en la canción que da título al álbum, lo cual provocó un shock en la Iglesia Católica y numerosos colectivos conservadores de todo el mundo reaccionaron de manera negativa hacia el álbum. Además la controversia que rodeó a «Like a Prayer» hizo que Pepsi rompiera su contrato publicitario con Madonna. Pese a estas polémicas, lo cierto es que «Like a Prayer» es uno de sus discos más autobiográficos, en el que Madonna relata su complicada relación con un padre autoritario, la pérdida de su madre cuando era una niña o episodios violentos en su matrimonio con Sean Penn y su posterior divorcio. Madonna compuso todos los temas del álbum junto a Patrick Leonard (responsable de ‘Live to Tell’ o ‘La Isla Bonita’) y Stephen Bray, quien trabajó anteriormente con la Ciccone en los álbumes «Like a Virgin» y «True Blue».

El single presentación del álbum fue Like a Prayer, un tema pop/rock con influencia de la música Gospel que destacaba por el uso prominente de guitarra eléctrica, órgano y los coros Gospel. Madonna utilizó metáforas religiosas y alusiones a su pasado católico en sus letras, mezclándolas con temas de amor y relaciones, lo cual fue visto como un sacrilegio para la moral conservadora de los años 80. El videoclip de ‘Like a Prayer’, ambientado en una iglesia católica, resultó muy polémico y aumentó si cabe la popularidad de la canción, debido al uso de una temática religiosa, incluyendo la aparición de un Cristo negro o cruces ardiendo. Este single fue aclamado por la crítica, resultó un tremendo éxito comercial ya que ocupó el #1 en las listas de venta de todo el mundo (salvo algunas excepciones como Francia o Alemania, donde fue #2) y pasó a formar parte de los singles más exitosos de todos los tiempos. En Estados Unidos se convirtió en el séptimo single #1 de Madonna en la lista Billboard y fue certificado platino por ventas superiores al millón de ejemplares. Tras el éxito de ‘Like a Prayer’, en mayo de 1989 se lanzó como segundo single Express Yourself, un marchoso tema dance-pop que se convirtió en un himno de empoderamiento femenino en el que Madonna se desprende de su imagen frívola y superficial iniciada con el tema ‘Material Girl’ para declarar que no necesita anillos de diamantes para ser feliz. Su poderoso mensaje feminista de elegir al hombre que de verdad te conviene y no al que te llena de regalos fue fuente de inspiración a una generación entera de artistas como Spice Girls o Lady Gaga. Cabe destacar que el videoclip de Express Yourself es el tercero más caro de la historia de la música y costó más de 5 millones de dólares en 1989.

Para suavizar la imagen de Madonna de cara al público y evitar de nuevo la polémica, se decidió lanzar como tercer single un tema más comercial y menos controvertido. Cherish era un alegre tema pop con influencia doo-wop que recordaba a algunas canciones pertenecientes a «True Blue» y trataba el tema del amor y las relaciones con alusiones a Romeo y Julieta. ‘Cherish’ fue un éxito alrededor del mundo, logrando el #1 en Canadá, el #2 en Estados Unidos y el #3 Reino Unido. Como cuarto single Madonna eligió una de las canciones más personales y autobiográficas del álbum: Oh Father, en la que trata la complicada relación con su padre, que era un hombre dictador y autoritario. Esta dramática balada recibió buenas críticas por parte de los expertos musicales pero no tuvo un gran impacto comercial ya que rompió su racha de singles top 5 en la lista americana iniciada con ‘Like a Virgin’ y tuvo que conformarse con ser top 20.

«Like a Prayer» es un trabajo muy ecléctico y más experimental que sus álbumes anteriores y para dar muestra de la variedad musical presente, Madonna lanzó como siguientes singles Dear Jessie, un extraño tema de estilo pop psicodélico en el que Madonna conecta con su niña interior y Keep It Together, un tema up-tempo de estilo pop/funk producido por Stephen Bray que trata de la relación de Madonna con su familia y pese a ser lanzado como sexto single y apenas contar con promoción ni videoclip su respuesta comercial fue bastante positiva ya que ocupó el top 10 en Estados Unidos y Canadá. Entre las canciones que no fueron singles pero merecen la pena ser mencionadas se encuentran ‘Pray for Spanish Eyes’, una bonita balada con inspiración latina, el marchoso ‘Till Death Do Us Apart’, donde Madonna habla sobre el final de su matrimonio con Sean Penn y su turbulenta relación o ‘Promise To Try’, una profunda balada que relata cómo se sintió la cantante tras la muerte de su madre.

Pese a no resultar tan exitoso como «Like a Virgin» o «True Blue» (los cuales superaron los 20 y 25 millones de copias respectivamente), «Like a Prayer» también tuvo un gran impacto comercial en todo el mundo: debutó en el #1 de las principales listas de venta, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania o España y acabó vendiendo 15 millones de copias. En tierras americanas fue certificado 4 veces platino por ventas superiores a los 4 millones de ejemplares y en Reino Unido superó el millón de copias, aunque resultan cifras claramente inferiores a las de «True Blue», el mayor éxito de Madonna. Aunque «Like a Prayer» no se encuentra entre mis discos favoritos de Madonna (considero que «True Blue» es un trabajo más cohesivo y sólido) es innegable el tremendo impacto que tuvo este álbum en la historia del pop y en la discografía inicial de Madonna, ya que supuso un punto de inflexión en su carrera y marcaba el primer disco de la Ambición Rubia en la treintena, mostrando una mayor madurez personal y musical, además de experimentar con nuevos sonidos y estilos. Temas imprescindibles: Like a Prayer, Express Yourself, Cherish, Oh Father y Keep It Together. Puntuación: 8/10.

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