Crítica de «Nobody Is Listening» de Zayn

Nobody Is ListeningEnero suele ser un mes con escasas novedades discográficas ya que la mayor parte de los artistas eligen para el lanzamiento de sus álbumes los meses de noviembre y diciembre al beneficiarse de las altas ventas que se producen durante el periodo navideño, lo que supone un relativo alivio para la maltrecha situación que vive la industria musical. Aunque las grandes discográficas evitan el mes de enero para situar sus lanzamientos más importantes, encontramos una excepción en el caso de Zayn, quien ha hecho caso omiso de esta regla no escrita y ha publicado el 15 de enero su tercer álbum de estudio, titulado Nobody Is Listening. El nuevo trabajo de Zayn Malik toma el relevo de «Icarus Falls», que vio la luz a finales de 2018 y resultó un rotundo fracaso comercial con respecto a su disco debut debido a su escasa promoción y la ausencia de hit singles, por ello muchas expectativas estaban puestas en él. A diferencia de «Icarus Falls», que era un disco doble con casi 30 canciones, el nuevo álbum del ex-componente de One Direction resulta muy breve, con tan sólo 11 temas que rondan los tres minutos de duración, sin embargo lo que no cambia es su estilo musical, que está centrado en el estilo urbano y el sonido R&B electrónico. «Nobody Is Listening» es un álbum de carácter introspectivo y está centrado en medios tiempos y baladas que encajan mejor con el tono reflexivo y meditativo de las letras. El sencillo presentación del álbum, Better, llegó el pasado mes de septiembre y se trataba de un medio tiempo R&B/pop que no se aleja demasiado del sonido habitual del cantante inglés y de lo que encontramos en el actual panorama urbano. Better ha obtenido un desempeño comercial muy negativo: apenas ha ocupado el top 60 en la lista de ventas de Reino Unido y sólo cuenta con 60 millones de reproducciones en Spotify, una cifra muy inferior a la de otros lead singles como Pillowtalk, que casi tiene 900 millones en la conocida plataforma musical. Una semana antes del lanzamiento del álbum llegó el segundo single, Vibez, un tema R&B influenciado por los ritmos Hip-Hop muy en la línea del estilo de Chris Brown o el Justin Bieber más reciente y que supone el tema más rítmico y comercial de disco.

Entre las canciones más interesantes de «Nobody Is Listening» se encuentran ‘Calamity’, que sirve como introducción al álbum y en la que Zayn comienza rapeando mientras explica el significado del título «nadie está escuchando» y todo lo que ha vivido durante estos últimos años, ‘Outside’, una bonita balada con melodía de guitarra en cuyos créditos de composición aparece el cantante americano Khalid y que destaca por voz el falsete de Zayn o ‘When Love’s Around’, que cuenta con la colaboración de la cantante americana Syd, quien aporta su voz dulce a este número de R&B con influencia reggae. En el tema mid-tempo ‘Sweat’ se introducen sintetizadores típicos de los años 80 mientras que en la balada que cierra el disco, ‘River Road’, el joven cantante ejerce de crooner y muestra su predilección por el sonido Jazz/Blues.

En sus carreras en solitario, los ex-componentes de One Direction han gozado de una respuesta por parte del público de lo más variada: mientras que Harry Styles ha triunfado en todo el mundo con su reciente álbum gracias a hit singles tan contundentes como ‘Adore You’ o ‘Watermelon Sugar’, Louis Tomlinson y Niall Horan han tenido un desempeño comercial más moderado pero siguen obteniendo buenos datos en Reino Unido y Liam Payne, quien a priori podríamos pensar que triunfaría en Estados Unidos gracias a su estilo urbano y su gran carisma, ha fracasado con su primer disco, cuya vida comercial ha sido mínima. Zayn Malik, por su parte, tras abandonar la famosa ‘boy band’, gozó de una gran acogida con su primer álbum a ambos lados del Atlántico, sin embargo su segundo trabajo resultó un rotundo fracaso comercial, agravado por los problemas de ansiedad y pánico escénico que sufrió el cantante de origen pakistaní. Con su tercer disco de estudio Zayn no aspira a repetir los resultados de «Mind of Mine» ya que su popularidad se ha reducido notoriamente durante los últimos años y el mercado musical sigue muy débil como consecuencia de la pandemia, además al haber situado su nuevo álbum en unas fechas tan poco agradecidas de cara a las ventas como es el mes de enero no es probable que alcance un gran éxito. Pese a todo, no nos encontramos ante un producto de baja calidad, ya que «Nobody Is Listening» cuenta con varias canciones interesantes que ponen de manifiesto una mayor madurez en las letras, pero su carácter personal, íntimo e introspectivo lo hacen poco accesible al gran público. Puntuación: 6’5/10.

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