Kylie Minogue es una artista plenamente consagrada en el panorama musical y aunque durante su larga trayectoria profesional ha experimentado con diferentes géneros musicales que han podido ajustarse más o menos con su estilo, siempre la hemos relacionado con el dance-pop, género en el que ha triunfado durante décadas. Sin embargo, para su nuevo álbum de estudio, el decimocuarto dentro de su trayectoria profesional, nos ha sorprendido con el Country, un género que a priori no nos imaginábamos que podría adoptar la diva australiana. Desde el primer momento que escuché Dancing, el single anticipo de su nuevo trabajo discográfico, me llamó la atención su cambio de estilo musical, aunque no se alejaba totalmente del sonido habitual de Kylie ya que se trataba de un marchoso tema dance-pop y electropop con influencia Country-pop. Quizás podría tratarse de un tema más de Kylie si no fuera por el uso de guitarra Country al principio de la canción, por lo que ‘Dancing’ ha sido el tema perfecto para marcar la transición entre el habitual sonido de la diminuta cantante y el nuevo estilo musical que nos presenta en su nuevo disco. A pesar de que Dancing es un tema muy interesante, marchoso, pegadizo y bailable, y ha recibido buenas críticas por parte de los expertos musicales y el público, no ha logrado un buen desempeño en las listas de venta y ha pasado desapercibido en Reino Unido o su nativa Australia. El nuevo álbum de estudio de Kylie, Golden, se puso a la venta el 6 de abril y seguro que será uno de los discos más importantes del 2018 en Europa y Australia, los dos mercados musicales más importantes de la cantante de Melbourne. Otra de las sorpresas que nos depara Golden aparte de la evolución musical de Kylie hacia el sonido Country es su mayor implicación en el proceso de composición y grabación, ya que la cantante de 49 años ha asumido un mayor papel creativo y ha compuesto todas las canciones que forman parte del álbum. Durante los primeros estadios de creación de Golden, Kylie empezó a trabajar con Richard Stannard, habitual colaborador de la cantante australiana, aunque más tarde viajó a Nashville, la cuna del Country, para adentrarse en el espíritu de este género y trabajar con Sky Adams entre otros.
El segundo single de «Golden», lanzado unas semanas antes del lanzamiento del álbum, fue Stop Me From Falling, un tema bailable y alegre pero que guarda demasiadas similitudes con Dancing, ya que empieza con melodía de guitarra Country para transformarse en un tema dance-pop, lo que resulta repetitivo y no aporta nada nuevo con respecto a dicho single. Pese a su enorme parecido con Dancing es uno de los temas imprescindibles del disco por su carácter pegadizo y marchoso. Como sencillo promocional, previo a la publicación de Golden, se ha elegido Raining Glitter, un tema Disco y dance-pop con ligera influencia Country-pop, lo que lo convierte en el single lanzado hasta ahora más cercano al habitual estilo de Kylie, quizá para recordar que la verdadera esencia de la cantante sigue estando presente en este disco. Entre los temas más destacados del álbum se encuentran ‘Golden’, que da título al álbum y fue uno de los primeros temas grabados en Nashville, el marchoso ‘One Last Kiss’ o ‘A Lifetime To Repair’, que siguen el patrón de los anteriores singles de añadir un ligero toque de guitarra a un tema que por su temática podrían pertenecer a los anteriores discos de Kylie. Aunque la mayoría de las canciones que componen Golden son up-tempo y bailables, también tienen cabida un par de baladas, algo esencial cuando se pretende adoptar el estilo Country. Dentro de los temas más tranquilos se encuentran ‘Music’s Too Sad Without You’ junto al cantante de folk Jack Savoretti.
En resumen, «Golden» definitivamente no es el mejor álbum de Kylie Minogue ni será recordado en un futuro como su disco más memorable, sin embargo es una interesante adición a su amplio catálogo musical y nos muestra un lado diferente de la cantante, sin abandonar totalmente su característico sonido dance-pop. Sin embargo es uno de sus trabajos más personales y auténticos hasta la fecha, en el que Kylie se ha involucrado en mayor medida y ha participado en la composición de temas acerca de las relaciones fallidas del pasado o el auto-empoderamiento. Quizás pueda criticarse el hecho de haber adoptado el género Country en un momento en que varios cantantes del mainstream han intentado «subirse al carro» de este estilo musical porque otorga credibilidad y seriedad como artista, ya que este género siempre ha sido visto como serio, tradicional y maduro. Sin embargo la aproximación que ha hecho Kylie a este sonido ha sido muy leve y simplemente ha añadido un ligero sonido Country-pop a su habitual estilo musical, puesto que las letras de las canciones están muy lejos de la temática tradicional sureña ni tiene ese toque triste y melancólico de las verdaderas canciones Country. Puntuación: 7’5/10.