Crítica de «Music» de Madonna

MusicHace unos días se ha cumplido el vigésimo aniversario del lanzamiento de uno de los álbumes más icónicos de la historia del pop. Me estoy refiriendo a Music, el octavo disco de estudio de Madonna, con el que la Ambición Rubia inauguró la década de la mejor manera posible y se ha convertido en uno de los álbumes más importantes dentro de su amplio catálogo musical. Music es el sucesor de Ray of Light, que vio la luz en 1998, recibió grandes opiniones por parte de los críticos musicales por su enésima re-invención tanto de imagen como de sonido, su naturaleza experimental y sus letras de carácter introspectivo. «Ray of Light» debutó en el #2 de la lista americana de álbumes por detrás de la BSO de la película Titanic y acabó siendo certificado cuádruple platino por ventas superiores a los 4 millones de copias en Estados Unidos, a lo que hay que sumar el #1 en más de 10 países del mundo incluyendo Australia, Reino Unido, Alemania o España, con unas cifras de 16 millones de copias a nivel global. Durante esta era Madonna adoptó una imagen mística, serena y menos sexual ya que la cantante neoyorquina abrazó la Kabbalah y contó con varios singles imprescindibles dentro de su carrera musical como la balada electrónica ‘Frozen’ o el marchoso ‘Ray of Light’, ambos top 5 en la lista americana de singles. Tras el éxito de «Ray of Light», el cual recibió 4 premios Grammy incluyendo mejor álbum pop del año, Madonna quiso salir de gira para promocionar el álbum sin embargo su discográfica la animó para entrar en el estudio de grabación y dar forma a su nuevo disco, por lo que el ‘Drowned World Tour’ de 2001 sirvió como respaldo tanto para «Music» como «Ray of Light». En el año 2000 Madonna retomó su faceta como actriz con la comedia «The Next Best Thing» y participó en la banda sonora de la película con el tema ‘American Pie’, versión del clásico de Don McLean, el cual llegó al #1 en la lista de ventas de Reino Unido, Canadá, Australia y más de 10 países. El álbum ‘Music’ llegó en septiembre del año 2000, dos años y medio después de «Ray of Light» y está formado por 10 temas encuadrados dentro del electropop y dance-pop con influencia Folk y Country y aunque seguía la estela musical de su disco predecesor, Madonna cambió drásticamente su imagen mística influenciada por la Kabbalah por otra más desenfadada de ‘cow girl’ con estética Country. En cuanto a la producción del álbum, Madonna contó con la ayuda de William Orbit, responsable de la mayor parte de «Ray of Light», aunque su presencia se redujo en favor del productor francés Mirwais Ahmadzaï, el cual se encargó de la mayoría de los temas.

Respaldado por el éxito del single de idéntico título, «Music» debutó en lo más alto de la lista americana de álbumes con más de 400 mil unidades en su primera semana, convirtiéndose en el cuarto álbum #1 de Madonna en Estados Unidos y el primero desde «Like a Prayer» de 1989. Music fue certificado triple platino y superó los 3 millones de ejemplares en Estados Unidos y en el resto del mundo también tuvo una excepcional acogida y lideró las listas de venta en más de 20 países y superó los 11 millones de copias. Gracias al buen momento profesional que vivió durante las eras «Ray of Light» y «Music», Madonna recobró su estatus de Reina del Pop tras años de declive comercial durante los años 90, cuando su imagen estuvo empañada por diversas polémicas y una imagen abiertamente sexual.

El single presentación de álbum fue Music, un marchoso tema electropop y dance-pop con influencia funk/Disco compuesto y producido por Madonna y Mirwais en el que la cantante mandaba un positivo mensaje de unión de las personas a través de la música. Desde un momento llamó la atención la letra de la canción que comenzaba con «Hey Mr. Dj, ponme mi canción que quiero bailar con mi amor y cuando la música empieza no quiero parar». Music recibió críticas muy positivas por parte de los expertos musicales por su pegadizo estribillo, su naturaleza desenfadada, bailable y optimista en contraposición al carácter introspectivo de las canciones pertenecientes a «Ray of Light». Gracias a sus sencillas pero efectivas letras y su adictivo ritmo, ‘Music’ resultó un tremendo éxito en las listas de venta: ocupó el #1 en Estados Unidos (su último single #1 hasta la fecha) durante 4 semanas y fue certificado platino por ventas de más de un millón de copias de CD’s físicos. En el resto del mundo el desempeño comercial también fue espectacular y alcanzó el #1 en más de 20 países, convirtiéndose en uno de los singles más populares y exitosos del año 2000. Tras el éxito de Music, a finales de año llegó el segundo single, Don’t Tell Me, que se trataba de un tema electropop con instrumentación Country y un tono melancólico en la voz de Madonna que encajaba a la perfección con la imagen ‘cow-girl’ que nos presentó la cantante en esta era y en cuyas letras pedía a su amante que no le controlara. Aunque no resultó tan exitoso como ‘Music’, ‘Don’t Tell Me’ tuvo buena acogida comercial y fue #1 en Canadá, #4 en la lista americana y ocupó el top 10 en Australia, España e Italia. Ya en 2001 se lanzó el tercer single, What It Feels Like For a Girl, que en su versión original se trataba de un tema mid-tempo synth-pop producido por Guy Sigsworth (su única aportación en Music) cuyas letras hablan del rol de la mujer en la sociedad y los dobles estándares que existen hacia las mujeres. Este tema fue aclamado por la crítica por sus letras sobre el empoderamiento femenino y considerado como uno de los más sobresalientes del álbum. El videoclip de ‘What It Feels Like For a Gir’l fue lanzado en una versión totalmente diferente que incorporaba un sonido Trance/House y recibió opiniones negativas por su agresivo y violento contenido. Este single resultó el menos exitoso de los tres lanzados oficialmente de «Music» aunque alcanzó el #1 en España y fue top 10 en Australia y Reino Unido.

Entre los temas up-tempo más destacados del álbum se encuentran ‘Runaway Lover’, un enérgico tema Trance/House producido por William Orbit que habla de las relaciones fugaces con hombres que no merecen la pena o ‘Amazing’, un pegadizo tema dance-pop y electropop que guarda similitudes con su single ‘Beautiful Stranger’ y se trata de otra de las aportaciones de William Orbit al álbum y mi tema favorito de «Music». Por otra parte encontramos ‘Gone’ y ‘I Deserve It’, dos baladas electrónicas con uso de guitarra, de carácter acústico e influencia folk, un estilo que Madonna profundizaría en su siguiente álbum «American Life» y también merece la pena reseñar ‘Paradise (Not For Me)’, un original tema electrónico down-tempo de atmósfera ambiental y enigmática, reminiscencia de Frozen y otras canciones pertenecientes a «Ray of Light», en el que Madonna empieza susurrando para incorporar luego un verso en francés. En resumen, Music es uno de los álbumes pop más importantes de la década del 2000 no sólo por su notable éxito comercial sino porque Madonna incorporó el sonido electrónico al pop comercial e influyó a una generación entera de jóvenes artistas que decidieron adoptar el estilo presente en el álbum. «Music» fue uno de los primeros álbumes que escuché de Madonna (concretamente su primer CD que compré) por lo que le tengo un cariño especial, además de ser uno de mis favoritos de su repertorio. Varias publicaciones prestigiosas como Rolling Stone lo han incluido en su listado de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. Puntuación: 9/10.

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