Con su nuevo álbum, la excéntrica cantante Ke$ha prometía una evolución hacia el pop/rock, estilo musical que afirmó que había estado escuchando durante la grabación del disco y citó que el cock-rock había sido una gran influencia para ella durante el proceso de grabación. Cuando escuchamos ‘Die Young’ por primera vez pudimos apreciar un sonido más orgánico y con uso de guitarra, pero seguía teniendo el típico sonido electropop con el que conocimos a Kesha años atrás. Pero tras escuchar en profundidad Warrior, su nuevo trabajo, puedo corroborar que el cambio hacia el sonido rock no ha sido en absoluto tan radical como nos esperábamos tras las declaraciones de Kesha, ya que predomina el electropop y el dance-pop aunque es cierto que el uso del rock es notorio en algunos temas, pero con toques electrónicos que lo hacen más accesible a sus fans y al público en general. Die Young, el primer single, ha tenido buena acogida en todo el mundo ya que era una apuesta segura por su similitud con temas de «Animal», su álbum debut y con «Cannibal», la re-edición de éste. Este bailable tema electro-pop ha logrado ser #2 en Estados Unidos, donde Kesha continúa con su sucesión de singles dentro del top 10 de la lista americana. Alrededor del mundo ‘Die Young’ no ha logrado tan buenas posiciones, aunque ha sido top 10 en Reino Unido, Canadá y Australia. El videoclip de ‘Die Young’ ha causado controversia por el uso de varios elementos relacionados con los Illuminati (que Rihanna ha introducido en varios de sus videoclips) pero en el caso de Kesha resulta forzado y con el único propósito de causar polémica y dar que hablar. El segundo single desprendido del álbum ha sido C’Mon, un pegadizo tema dance-pop que ha tenido un desempeño moderado en las listas de venta y ha sido incapaz de repetir el éxito del primer single. C’Mon es otro de los temas que apenas se diferencia de los incluidos en Animal y aunque es pegadizo y marchoso, ha recibido críticas por ser una apuesta poco arriesgada ya que Kesha todavía no está mostrando nada del tan nombrado sonido rock con el que ha experimentado.
Entre los mejores temas del disco se encuentran ‘Crazy Kids’ un tema electropop que tiene muchas posibilidades de convertirse en single, ‘Warrior’, otro marchoso tema electropop de pegadizo estribillo y ‘All That Matters (The Beautiful Life)’, un potente tema dance-pop que resulta el más up-tempo de álbum y es la aportación en solitario de Max Martin. También destaca ‘Dirty Love’, que es uno de los pocos temas en los que Kesha introduce elementos rock y lo hace junto a uno de sus ídolos, el veterano cantante Iggy Pop, quien le influenció durante su juventud y le hizo amar el género rock. Warrior está enteramente producido por Dr. Luke, quien ya se encargó de la mayoría de temas de Animal y Cannibal, pero le ayudan en la producción y composición sus habituales colaboradores Benny Blanco, Cirkut y Max Martin. Únicamente hay dos temas ajenos a Dr. Luke, uno producido por Max Martin y otro de Greg Kurstin. En resumen, la evolución de Kesha hacia el rock no ha sido tan llamativa como esperábamos ya que «Warrior» sigue siendo un disco electropop y dance-pop, con el peculiar estilo de cantar-rapear de Kesha y letras facilonas de ‘party girl’ con las que la conocimos, pero es un buen álbum y por tanto, aunque sea menos arriesgado de lo que nos lo pintaba Kesha, lo preferimos así. Temas imprescindibles: Die Young, All That Matters, Crazy Kids y C’Mon. Puntuación: 7/10.