Tras varios singles fallidos que no lograron despuntar en la lista de ventas americana y su participación en el reality show ‘Love & Hip Hop: Atlanta’, la cantante americana Kimberly Michelle Pate, conocida artísticamente como K. Michelle debutó en el mundo de la música en el año 2013 con el álbum Rebellious Soul, que resumía perfectamente el espíritu de la cantante de Memphis, ya que aunque tiene una arrolladora y alocada personalidad, es una artista sumamente talentosa que goza de una impresionante voz de soprano la cual le permite llegar a registros muy altos, pero también es una gran compositora y toca varios instrumentos musicales, entre ellos el piano y la guitarra. Este álbum está compuesto por baladas y medios tiempos encuadrados dentro de los géneros R&B/Soul, con ciertas influencias Gospel y Hip Hop centrados en el desamor y sus turbulentas experiencias con los hombres. Rebellious Soul debutó en el #2 de la lista americana de álbumes con 72 mil copias, una cifra positiva dentro del género R&B, que no suele tener ventas muy altas actualmente y ocupó alcanzó el #1 en componente R&B/Hip-Hop de la lista Billboard y consiguió el premio a mejor artista revelación de R&B en los Soul Train Awards. El primer single de Rebellious Soul es V.S.O.P., una original balada mid-tempo Soul/R&B que contenía varios samplers, entre ellos ‘Very Special’ y la melodía de un famoso tema de Chi-Lites y establece un paralelismo entre la relación de K. Michelle con su amante y el Brandy V.S.O.P. (que es un grado de calidad superior del Brandy). Este single fue el más exitoso de los dos extraídos del álbum y ha ocupado la mejor posición de un tema de K. Michelle en la lista americana de singles. El segundo single fue la preciosa balada Can’t Raise a Man, una de las mejores baladas del disco y en la que la cantante luce su potente voz y sus altos registros. Otros de los temas más interesantes de «Rebellious Soul» son ‘My Life’, que cuenta con la colaboración del rapero Meek Mill y tiene influencia del sonido Hip-Hop o la balada ‘Damn’, producida por Eric Hudson. Este álbum recibió excelentes críticas por parte de los críticos musicales por las impresionantes habilidades vocales de la cantante y sus habilidades como compositora y es uno de los álbumes de Soul/R&B más sólidos de los últimos años. Puntuación: 8/10.
A finales del 2014, después de abandonar ‘Love & Hip Hop’, la controvertida cantante y madre de un hijo protagonizó su propio reality show, llamado ‘K. Michelle: My Life’ coincidiendo con la salida a la venta de su segundo trabajo discográfico, titulado Anybody Wanna Buy a Heart? y publicado apenas un año después de su primer disco. Este álbum guarda muchas similitudes con su ‘Rebellious Soul’ en lo que a su temática se refiere y también está formado por baladas y medios tiempos encuadrados dentro de los géneros R&B/Soul que se centran en las habilidades de K. Michelle como compositora y vocalista. El primer single fue Love ‘Em All, un medio tiempo R&B de moderna producción con influencia pop/rock y uso de guitarra eléctrica y sintetizadores. En cuyo videoclip K. Michelle mostraba su lado más sexy y bailaba una coreografía mostrando su curvilínea figura. El segundo single extraído fue la emotiva balada Maybe I Should Call, uno de los momentos más profundos y sensibles del disco y que habla de una relación fallida, basada en las propias experiencias amorosas de la cantante. Aunque «Anybody Wanna Buy a Heart?» debutó en el #6 de la lista americana de álbumes, por debajo de su primer trabajo, consiguió vender 84 mil copias, una cantidad superior a Rebellious Soul, lo cual se puede considerar un dato muy positivo para K. Michelle, a lo que hay que sumar las excelentes críticas que recibió este álbum, que fue uno de los más importantes de los años 2014 y 2015 dentro del género R&B. Entre los productores involucrados en este álbum se encuentran Shea Taylor, Pop & Oak, Lil’ Ronnie o Eric Hudson. Entre los temas más interesantes del álbum se encuentran la balada ‘Judge Me’, que abre el álbum y destaca por el impresionante torrente vocal de Kimberly o Hard To Do, que fue lanzado como último single y cuyas letras hacen referencia a cómo la cantante extraña a su pareja tras la ruptura. En resumen, el segundo álbum de estudio de K. Michelle mantiene el alto nivel de su predecesor y nos sigue mostrando su gran talento como compositora y su excepcional rango vocal. Puntuación: 8/10.